El frío intenso aumenta el dolor de los enfermos reumáticos


Un estudio elaborado por el Instituto Poal de Reumatología de Barcelona y la Unidad de Salud Articular de Bioibérica Farma confirma que las variaciones de presión atmosférica y de temperatura afectan a las personas con artrosis y artritis, con lo que el comentario "va a llover, porque me duelen las articulaciones" tiene base científica.
Así lo recordaron este jueves los artífices del trabajo, que indicaron que los pacientes con artrosis experimentan un aumento del dolor articular cuando baja la presión atmosférica (por ejemplo, unos días antes de que llueva) y que, en cambio, en los enfermos con artritis reumatoide es la bajada del termómetro la que ejerce un efecto sobre el dolor articular.
"El paciente tiene razón cuando se queja", afirma la doctora Ingrid Möller, reumatóloga y directora del Instituto Poal de Barcelona, que calcula en un 40% el número de enfermos susceptibles de predecir fenómenos meteorológicos con su dolor.
"Por suerte", afirma, "el cambio de tiempo sólo influye en la percepción del dolor y no agrava la enfermedad".
No obstante, prosiguió, es importante que, ante la entrada de una ola de frío polar como la que afecta desde las últimas horas a España, la calidad de vida de los enfermos de artrosis y artritis se vea afectada lo menos posible.
Para mejorar los síntomas, la doctora Möller recomienda "aplicar calor local en la zona de dolor y realizar ejercicio suave, como caminar o nadar, para desentumecer las articulaciones".
Según los datos publicados por la Sociedad Española de Reumatología, la guía clínica de la Artrosis de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y el Estudio Episer 2000, la artrosis de rodilla, mano o columna vertebral afecta a unos 7 millones de españoles.

Mostrar comentarios