El futbolín de toda la vida se reinventa y salta a las redes sociales

  • El tradicional futbolín de madera, que siempre ha tenido su sitio reservado en los bares donde los estudiantes se han saltado alguna que otra clase, se ha reinventado y pasa a ser una experiencia 2.0 con fines solidarios.

Isabel Valdés

Cáceres, 21 feb.- El tradicional futbolín de madera, que siempre ha tenido su sitio reservado en los bares donde los estudiantes se han saltado alguna que otra clase, se ha reinventado y pasa a ser una experiencia 2.0 con fines solidarios.

La esencia sigue siendo la misma: 4 jugadores que echan una moneda para jugar y pasárselo bien en la cafetería de la Facultad.

La diferencia es que están conectados a Internet, lo que les permite competir en puntuaciones con alumnos de otros centros además de contribuir con causas solidarios, ya que la recaudación se destina a proyectos de esta índole.

Esto es "Futboling", con "g", un proyecto liderado por el extremeño Nacho Escobar que comenzó a andar hace 4 años y que hoy ha presentado en la Escuela Politécnica de la Universidad de Extremadura.

La Universidad de Extremadura y la Pontificia de Salamanca son las primeras en contar con este tipo de máquinas y en los próximos meses se instalará en otras universidades como la de Cádiz, Castilla La Mancha, Rey Juan Carlos, Carlos III de Madrid y La Coruña, entre otras.

Para Fernando, Marina, Quique y Víctor, alumnos de la UEx, contar con un identificador que les permita guardar sus puntuaciones y tener la posibilidad de legar en un futuro a competir con otros centros universitarios de todo el país es lo que más le llama la atención.

Así, Víctor Pavón indica que al estar conectados a través de las redes sociales se propicia más las relaciones entre los alumnos ya que "puedes ver en tiempo real en twitter o facebook las puntuaciones".

A Marina Hernández nunca le ha llamado la atención el futbolín, pero reconoce que le "ha picado la curiosidad" el contar con un avatar y ver las puntuaciones a través de las redes, así como que sea un proyecto solidario.

El impulsor del proyecto, Nacho Escobar, ha incidido en que las máquinas "no se venden ni se alquilan" y que "sólo se instalan en universidades".

Además, el cien por ciento del euro que cuesta la partida va a diferentes fines solidarios.

Así, un tercio de la moneda va a un proyecto elegido por la universidad, otro tercio a una fundación de discapacitados que se encargarán del mantenimiento de las máquinas y el restante lo elegirán los propios jugadores entre diez ONG con las que colaboran.

Para jugar hay que registrarse de forma gratuita en la web www.futboling.com, y a la hora de comenzar la partida introducir tu número de móvil y un pin.

Este registro también te proporcionará partidas gratis y acceder a promociones para obtener partidas gratuitas.

Pero no solo "Futboling" ha revolucionado la idea del futbolín, sino que ha lavado la cara a la tradicional máquina. "El futbolín estaba moribundo porque era una caja de madera con muñecos", afirma Escobar.

Ahora el futbolín es de polietileno, reciclable y sostenible. Además se han grabado voces reales de campos de fútbol que animan el juego o abuchean a los perdedores.

Todo esto se mantiene gracias a la publicidad de diferentes patrocinadores y cuyos anuncios también se escuchan a lo largo de las partidas.

A partir de ahora, el futbolín no solo será un juego tradicional que busca las relaciones físicas de las personas, sino que será además toda una experiencia de diversión 2.0. EFE

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