El humo de los incendios en Sumatra amenaza la salud en Singapur y Malasia

  • El humo de cientos de incendios forestales en la isla indonesia de Sumatra contamina el aire que se respira en Singapur y Malasia, donde se han decretado zonas de emergencia, cerrado escuelas y mucha gente se protege con mascarillas.

Paula Regueira Leal

Yakarta, 24 jun.- El humo de cientos de incendios forestales en la isla indonesia de Sumatra contamina el aire que se respira en Singapur y Malasia, donde se han decretado zonas de emergencia, cerrado escuelas y mucha gente se protege con mascarillas.

Un avión de la aerolínea SilkAir regresó hoy a Singapur porque la falta de visibilidad le impidió aterrizar en la provincia indonesia de Riau.

Centenares de escuelas en Malasia cancelaron las clases el lunes después de que el índice de contaminación del aire alcanzase niveles insostenibles, una medida que afecta a más de 250.000 estudiantes y 20.200 profesores.

Los incendios se encuentran principalmente en grandes plantaciones de Riau, territorio indonesio situado a unos 100 y 300 kilómetros de distancia de Singapur y Kuala Lumpur, respectivamente.

No hay datos oficiales detallados sobre la cantidad de fuegos y la superficie que han arrasado, pero los ecologistas denuncian cientos de frentes que arden sin control desde hace semanas y aseguran que fueron prendidos intencionadamente para robarle tierra cultivable a los bosques.

"La mayoría de la gente lleva mascarillas de protección por la calle, a ciertas horas cuesta conducir porque todo está sumido en niebla, y el pasado viernes se decretó día opcional de trabajo por los altos niveles de contaminación", relató a Efe Samantha Sumarli, una joven trabajadora de Singapur.

Sumarli explicó que evita pasar tiempo en el exterior porque "es difícil respirar", y destacó la impotencia y la indignación que siente el pueblo singapurense.

"Es complicado sobrellevarlo porque no podemos hacer nada para solucionarlo, solo intentar contrarrestar los efectos", lamentó la mujer.

La asociación ecologista Greenpeace ha acusado a las autoridades indonesias y a las grandes compañías de palma de aceite de ser responsables de esta situación.

"El Gobierno tiene que hacer cumplir la ley indonesia, que prohíbe provocar incendios para convertir los bosques en tierra cultivable", denunció a Efe Bustar Maitar, director de la campaña de bosques de Greenpeace Indonesia.

No obstante, Maitar apuntó que las grandes corporaciones que quieren expandir sus plantaciones son las culpables últimas.

El Ejecutivo indonesio "debería poner freno a las concesiones en los bosques de turbera y llevar a juicio a las empresas causantes de los fuegos", opinó el activista.

De momento, se ha abierto expediente administrativo a ocho empresas, incluidos asociados malasios y singapurenses, pero de momento no se ha pronunciado ninguna resolución.

Asimismo, se han destinado medios terrestres y aviones militares para la extinción de los incendios, a pesar de que no hay una estimación de cuándo la operación empezará a surtir efecto.

Por su parte, las autoridades de Malasia declararon el estado de emergencia en dos zonas del país este fin de semana, en los distritos de Ledang y Muar, en la provincia de Johor, después de que el indicador que mide la concentración de partículas en el aire superase los 750 puntos.

Según la Organización Mundial de la Salud, el umbral de 300 puntos se considera un riesgo grave para la salud humana.

"No debería llevarse a cabo ninguna actividad en el exterior y todo el mundo debería permanecer encerrado en sus casas hasta que haya novedades", informó el ministro malasio de Medioambiente y Recursos Naturales, Seri Palanivel.

En Kuala Lumpur, la polución ha sido perceptible a simple vista durante todo el fin de semana, oscureciendo el cielo durante largas horas del día.

Las autoridades han previsto medidas para influir en la climatología con el lanzamiento de productos químicos a la atmósfera para provocar lluvias que alivien el manto de contaminación que cubre la ciudad.

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