El incendio en Ávila sigue activo y se espera que la lluvia ayude a sofocarlo

Ávila, 21 ago.- El incendio que comenzó el viernes en el término municipal de Navalacruz (Ávila) continúa activo, tras calcinar más de 500 hectáreas de matorral y pastos en la Sierra de Gredos, y de momento mantiene el Nivel 2 de emergencias, aunque desde la Junta de Castilla y León esperan que la lluvia que está cayendo en la zona esta tarde ayude a sofocar las llamas.

Durante toda la tarde y tras ser declarado el Nivel 2 del Infocal por la incorporación a las labores de extinción de 100 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), han estado trabajando para sofocar las llamas 400 personas, con efectivos procedentes de las provincias de Ávila, Salamanca, Segovia, León, Valladolid, Madrid, Cáceres y Toledo.

Todos ellos pertenecen tanto a la Junta de Castilla y León, como a los Ministerios de Medio Ambiente, Medio rural y Marino y de Defensa.

Según la Junta, este incendio, que fue dado por controlado en la mañana de ayer, sigue activo, después de que el sábado la inestabilidad atmosférica reavivara las llamas, con tormentas que provocaron fuertes rachas de aire que dificultaron, no sólo la actuación de las cuadrillas de tierra, sino también de los medios aéreos, algunos de los cuales se vieron obligados a abandonar la zona.

El fuego se declaró a las 19,35 horas del viernes en un paraje conocido como La Mata, en las inmediaciones de Navalacruz, posiblemente por una negligencia.

Numerosos medios trataron de sofocar las llamas el sábado y esta pasada madrugada y mientras algunos flancos amenazaban áreas cercanas a Navalacruz, la cabeza del incendio seguía avanzando hacia el norte "fuera de la capacidad de extinción de los medios", alcanzando por la noche los montes cercanos al Puerto de Menga.

Esta madrugada han continuado las labores de extinción por parte de varias cuadrillas terrestres, motobombas y dos bulldozer, uno de ellos procedente de Segovia, que tuvieron que afrontar situaciones "de elevado riesgo" para detener los frentes que se dirigían hacia los pueblos abulenses de La Hija de Dios y Mengamuñoz.

Durante este domingo han tratado de controlar el fuego 300 personas procedentes de Ávila, Segovia, Salamanca, Valladolid, Cáceres o Toledo, a las que se han sumado otros 100 efectivos del UME.

A la espera de que las mediciones sean exactas, la Junta estima que desde el viernes han quedado arrasadas más de 500 hectáreas, la mayoría de monte bajo de matorral y pastos, aunque uno de los frentes "ha entrado ya en una masa arbolada".

Durante la tarde han trabajado en las labores de extinción diez helicópteros, dos de ellos de coordinación; cuatro aviones anfibios, tres cuadrillas helitransportadas, tres brigadas de refuerzo de incendios forestales, 20 cuadrillas de tierra, la Unidad de Intervención (UME), una bulldozer y cuatro autobombas.

También hay ocho técnicos, 14 agentes medioambientales, un técnico de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales y una dotación de bomberos, además de un puesto de mando avanzado y una Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones.