Barcelona, 29 jul.- El joven que grabó la agresión que protagonizó un amigo suyo en el metro de Barcelona, y que luego colgó las imágenes en internet, ha alegado hoy ante el juez que se trató de una chiquillada y ha negado que les moviera un ánimo racista.
Según han informado fuentes judiciales, el joven, acusado de un delito contra la integridad moral, ha justificado el rastro hallado en su ordenador en relación con grupos neonazis porque le gusta la estética de estas organizaciones, pero ha negado que forme parte de ningún grupo ultra.
La agresión ocurrió el pasado 28 de junio, cuando un joven menor de edad y de nacionalidad rusa, que permanece ingresado en un centro de menores, agredió a un joven asiático en el metro de Barcelona, al que propinó varios puñetazos en la cara, sin motivo aparente.
El agresor, que fue detenido por los Mossos d'Esquadra, iba acompañado por dos amigos: el joven que ha comparecido hoy ante el juez y otro chico menor de edad, también imputado por un delito contra la integridad moral.
El joven que ha comparecido hoy ante el juez fue el que grabó el vídeo de la agresión y luego lo colgó en Youtube, lo que les acabó delatando.
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