El ministro egipcio del Interior defiende el papel de la policía en protestas

  • El ministro egipcio del Interior, Mohamed Ibrahim, defendió hoy la actuación policial durante los disturbios que ayer causaron dos muertos y 48 heridos, según los últimos datos del Gobierno.

El Cairo, 10 mar.- El ministro egipcio del Interior, Mohamed Ibrahim, defendió hoy la actuación policial durante los disturbios que ayer causaron dos muertos y 48 heridos, según los últimos datos del Gobierno.

"Los oficiales y los agentes de seguridad mantienen el máximo grado de autocontrol en los momentos en los que no se puede distinguir entre manifestantes pacíficos e infiltrados", aseguró Ibrahim en una rueda de prensa en la capital.

En ese sentido, el ministro lamentó que los medios de comunicación critiquen la labor de la policía y muestren a los efectivos gubernamentales como "asesinos".

Ibrahim explicó que los disturbios comienzan siempre después de que los manifestantes se dirijan a lugares como las embajadas de Estados Unidos y del Reino Unido, y hoteles como el Semiramis y el Shepheard, en el centro de la capital, donde se enfrentan a los policías encargados de la protección de estos edificios.

Según el ministro, en esos choques suele haber hombres infiltrados, con cócteles molotov, armas de fuego y escopetas balines, que causan el caos, a lo que la policía responde con gases lacrimógenos para evitar muertos.

Al menos dos personas fallecieron y 48 resultaron heridas en los enfrentamientos, que estallaron ayer y se prolongaron hasta la pasada madrugada, en El Cairo y otras provincias, según el Ministerio de Sanidad.

Un portavoz de ese departamento, Jaled al Jatib, informó hoy a la agencia de noticias estatal Mena de que las dos víctimas mortales perecieron en El Cairo, donde hubo 39 heridos en los disturbios delante del puente Qasr el Nil, en el centro.

Otras ocho personas fueron heridas en la provincia de Al Garbiya y una en Al Daqahiliya, ambas en el Delta del Nilo.

Ayer, fuentes médicas y de seguridad habían indicado a Efe que el número de heridos ascendía a 70.

Los choques se desencadenaron después de que se leyeran las sentencias del juicio por la masacre en un estadio de fútbol en la ciudad de Port Said (noreste), en febrero de 2012, donde 72 personas murieron en enfrentamientos entre los hinchas del club local, Al Masry, y del cairota al Ahly.

La corte confirmó las penas de muerte contra 21 acusados, y además condenó a cinco personas a cadena perpetua y a otras 19 a diferentes penas de prisión.

Asimismo, absolvió a otros 28 acusados, entre los que hay siete oficiales de policía, lo que motivó las protestas de los aficionados radicales.

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