El Museo de Cera de Roma logra en tiempo récord la estatua del papa Francisco

    • La estatua de cera, creada a tamaño real, fue realizada en un plazo récord de menos de tres meses.
    • Según el museo ha sido elaborada a partir de fotos, tal y como apareció por primera vez ante los fieles.

Lo han publicitado como un logro por su breve plazo de consecución, pero la estatua de cera del Papa Francisco que acaba de incorporar el Museo de Cera de Roma exige demasiada fe de los espectadores, ya que su parecido es más que discutible.

Nueve meses después de su elección, la estatua del papa argentino Francisco ya está colocada en el Museo de Cera de Roma. Ha sido realizada con el rostro sonriente, una sotana blanca y sus tradicionales gafas, tal como apareció por primera vez en el balcón de la basílica de San Pedro tras su elección el pasado 13 de marzo como pontífice. El resultado, admite críticas.

El director del museo, Fernando Canini, asegura que esperaban obtener una autorización oficial del Vaticano, para poder exponerla al público, según contó a la agencia AFP. "Todo el mundo se quejaba porque faltaba la estatua del papa Francisco", aseguró. La estatua de cera, de tamaño real, fue realizada en un plazo récord de menos de tres meses y fue elaborada a partir de fotografías.

"Esperamos que con ella aumente el número de visitantes del museo", confesó Canini, quien exhibe en sus vitrinas las estatuas de sus predecesores: Benedicto XVI, el primer papa que ha renunciado al papado en siete siglos y de Juan Pablo II.

Para la elaboración de la figura del popular pontífice argentino, el director del museo decidió que tanto las manos como la cabeza de Francisco fueran fabricadas con una mezcla de silicona y cera, similar a la que emplean los dentistas, mientras el cuerpo fue fabricado con madera y resina.

Las facciones del rostro estuvieron a cargo del artista italiano Otello Scatolini, quien ha realizado también las estatuas en cera del tenor Luciano Pavarotti y del cantante rock Zucchero.

El uso de esos materiales garantizan una mayor duración de la estatua, ya que los visitantes del museo suelen fotografiarse al lado de esas célebres figuras. "Imagínese, la estatua de cera de Juan Pablo II se derritió", confesó el director del museo.

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