"Vemos a estos refugiados, a esa pobre gente que huye de la guerra y el hambre, pero es sólo la punta del iceberg. Por debajo está la causa, un sistema socio-económico malo e injusto" dijo el papa en la entrevista concedida el 8 de septiembre a la radio católica portuguesa Renascença.
"Allí donde se origina el hambre hay que crear fuentes de trabajo y de inversión. Allí donde está la causa de la guerra, hay que trabajar para la paz", afirmó Jorge Bergoglio, que recordó que él mismo es hijo de inmigrantes italianos que llegaron a Argentina.
El papa reconoció sin embargo que los movimientos migratorios provocan problemas de seguridad para los países europeos y que existe de "riesgo de infiltración".
"Hoy las condiciones de seguridad territorial no son las mismas que antes. Tenemos una guerrilla terrorista extremamente cruel a 400 kilómetros de Sicilia", dijo en referencia a la situación en Libia, donde actúan varios grupos armados, entre ellos el Estado Islámico (EI).
El 6 de septiembre el papa había pedido a todas las comunidades católicas de Europa que acojan a una familia de refugiados y dijo que empezaría por las dos parroquias del Vaticano.
"Dos familias ya han sido designadas", reveló Francisco a radio Renascença, sin precisar su origen, al tiempo que se felicitó de las "numerosas reacciones" a su propuesta.
Por otra parte confirmó su intención de visitar Portugal en 2017, coincidiendo con el centenario de las apariciones en el santuario de Fátima. También recordó que el santuario de Nuestra Señora de Aparecida, en Brasil, celebrará su tricentenario en 2017.
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