El Papa Francisco se acercó este jueves por la tarde a la Capilla Sixtina para saludar a las 150 personas sin hogar que en ese momento la estaban visitando, por iniciativa de la Limosnería Apostólica Vaticana.
Después de estrechar la mano a los que encontró a su paso se dirigió a todos diciendo: "Bienvenidos. Esta es la casa de todos, es vuestra casa. Las puertas están siempre abiertas para todos".
Posteriormente, Francisco dio las gracias al limosnero pontificio, el arzobispo Konrad Krajewski, por haber organizado esa visita que definió como "una pequeña caricia" para los huéspedes y pidió a todos que rezaran por él.
"Necesito la oración de personas como vosotros. Que el Señor os proteja, os acompañe en el camino de la vida y os haga sentir su tierno amor de Padre". A continuación, saludó uno a uno a todos los presentes y habló con ellos durante unos 20 minutos.
El recorrido de las 150 personas "sin techo", divididas en tres grupos de 50 con sus respectivos guías y auriculares, terminaba en la Capilla Sixtina después del horario de acceso a los turistas, de modo que pudiesen estar tranquilos, sin preocuparse por posibles miradas hostiles.
Después de contemplar la Capilla Sixtina y los Museos Vaticanos, los visitantes fueron a cenar al restaurante de los Museos Vaticanos y salieron del Vaticano por la puerta del Petriano. Por deseo del Papa no hubo ningún reportaje fotográfico o vídeo oficial del evento. El Papa ha puesto duchas y peluquería para ellos en la columnata de la plaza de San Pedro.
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