Ciudad del Vaticano.- El papa Benedicto XVI expresó hoy su pesar por el terremoto que ha sacudido la provincia occidental china de Qinghai, que ha causado al menos 400 muertos, y pidió a la comunidad internacional que preste su ayuda.
En un llamamiento, durante la audiencia pública de los miércoles, el Pontífice dijo ante varios miles de fieles que su pensamiento estaba hoy "en China y con las poblaciones afectadas por el fuerte terremoto que ha causado numerosas pérdidas humanas, heridos e ingentes daños".
"Rezo por las víctimas y estoy espiritualmente al lado de las personas afectadas por tan grande calamidad. Por ello imploro a Dios que alivie el sufrimiento y les de fuerzas en esta adversidad y auspicio que no falte la solidaridad común", manifestó el Pontífice.
El terremoto, de 7.1 grados en la escala de Richter, ha causado también hasta el momento unos 8.000 heridos.
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