El papa pregunta al clero romano si está cerca de sus parroquianos

  • El papa Francisco invitó hoy al clero de la diócesis de Roma a que reflexione sobre la misericordia y le preguntó cuántos de sus miembros conocen las heridas de sus parroquianos, si están cercanos a ellos, en la audiencia que mantuvo con motivo del inicio de la Cuaresma.

Ciudad del Vaticano, 6 mar.- El papa Francisco invitó hoy al clero de la diócesis de Roma a que reflexione sobre la misericordia y le preguntó cuántos de sus miembros conocen las heridas de sus parroquianos, si están cercanos a ellos, en la audiencia que mantuvo con motivo del inicio de la Cuaresma.

Tras saludar al cardenal vicario Agostino Vallini, el papa reflexionó acerca de la misericordia y dijo que ésta significa curar las heridas.

"La Iglesia -afirmó- podemos considerarla hoy como un hospital de campo y es necesario curar las heridas. Hay gente herida de los problemas materiales, de los escándalos, también en la Iglesia hay gente herida, gente herida de las ilusión del mundo".

El papa aseguró que el clero tiene que estar junto a esta gente, pues misericordia significa ante todo curar las heridas.

"¿Cuántos de vosotros conocéis las heridas de vuestros parroquianos? ¿Estáis cercanos a ellos?", les preguntó.

"Los sacerdotes escépticos, de laboratorio, no ayudan a la Iglesia", sentenció Francisco.

El pontífice aseguró también que en muchas ocasiones en la confesión los fieles encuentran sacerdotes o muy "rigurosos" o muy "relajados".

"Esto no es bueno -mantuvo-, ni el riguroso ni el laxo es un buen testigo de Jesucristo, porque ni el uno ni el otro se hace cargo de la persona que encuentra".

"El riguroso entiende la ley de un modo frío y rígido, mientras que el laxo es aparentemente misericordioso, pero no entiende de una forma seria el problema de la conciencia, minimizando el pecado", manifestó.

El papa dijo a los párrocos que el sacerdote realmente misericordioso se comporta como "el Buen Samaritano" porque su corazón entiende la compasión, pues es el corazón de Cristo.

Jorge Mario Bergoglio dijo que él se hacía estas preguntas cuando algún sacerdote le pedía ayuda: "¿Tu lloras o has perdido las lágrimas? ¿Lloras por tu pueblo o cuando un niño enferma o muere?... Por la noche, ¿cómo acabas tu jornada, con el Señor o viendo la televisión?".

Además, el pontífice aludió al beato Juan Pablo II, quien afirmó que la Iglesia es el tiempo de la misericordia y por eso beatificó a Faustina Kowalska e introdujo la fiesta de la Divina Misericordia.

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