Belgrado.- El nuevo patriarca de la Iglesia Ortodoxa serbia, el moderado obispo Irinej, será investido mañana, domingo, en el antiguo patriarcado de Pec, en el oeste de Kosovo, tal y como prevén las leyes eclesiásticas.
El Sínodo de la iglesia serbia insistió en que la investidura " es un acto exclusivamente eclesiástico y espiritual" y que "es inaceptable cualquier intento de politizarlo".
Serbia, que no reconoce la independencia de Kosovo, será representada sólo por el presidente del país, Boris Tadic.
En febrero de 2008, la cúpula de la mayoría albano-kosovar proclamó la independencia de Kosovo, que Serbia sigue considerando como parte íntegra de su territorio.
Días antes de la investidura, en la prensa kosovar habían aparecido conjeturas de que altos cargos albano-kosovares asistirán al acto, algo que había causado protestas serbias, aunque no hubo reacción de las autoridades de Belgrado ni de la iglesia.
Se espera que acudirán al acto varios miles de serbios, que llegarán de forma organizada para prevenir eventuales incidentes.
Muchos serbios consideran Kosovo como la cuna de su nación, identidad y cultura, ya que la región fue el centro de un modesto imperio medieval serbio y en ella hay numerosos monasterios.
Irinej, elegido en enero pasado tras la muerte del patriarca Pavle e investido ya en la catedral de Belgrado, declaró que desea que el acto religioso en Pec "se lleve a cabo en perfecto orden".
El moderado obispo, de 80 años, aboga por el diálogo entre serbios y albaneses, que se prevé podría comenzar pronto bajo el amparo de la Unión Europea (UE).
La fuerza internacionales bajo mando de la OTAN en Kosovo (KFOR), así como la policía kosovar vigilarán la seguridad durante el acto, que comenzará a las 10.00 horas (8.00 GMT) con una liturgia.
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