El primer ministro malasio justifica la detención de 1.667 manifestantes

  • El primer ministro de Malasia, Najib Razak, justificó hoy la detención durante la protesta de ayer de 1.667 manifestantes que exigían una reforma electoral, al calificar de "ilegal" la marcha, informaron los medios locales.

Bangkok, 10 jul.- El primer ministro de Malasia, Najib Razak, justificó hoy la detención durante la protesta de ayer de 1.667 manifestantes que exigían una reforma electoral, al calificar de "ilegal" la marcha, informaron los medios locales.

En una conferencia en Kuala Lumpur, Najib dijo que su partido "velará por el cumplimiento de la ley y no tolerará el caos", y agregó que los manifestantes son una minoría frente "a la mayoría que respalda al Gobierno".

La Policía indicó a última hora de ayer que había puesto en libertad a 1.667 arrestados, incluidos 151 mujeres y 16 menores, quienes fueron atendidos en un recinto policial en las afueras.

A lo largo del sábado, más de 20.000 personas marcharon por la capital malasia con la intención de celebrar una protesta en el estadio Merdeka ("libertad" en malayo), pero la policía los dispersó con porras, gases lacrimógenos y cañones de agua.

Varios miles consiguieron concentrarse en el estadio, pero se retiraron tras unas siete horas de movilización ciudadana, que se produjo de manera dispersa debido a los controles policiales en el centro de la capital.

Las autoridades no revelaron el número de heridos debido a la carga policial.

Uno de los afectados fue el ex viceprimer ministro y líder opositor, Anwar Ibrahim, que tuvo que retirarse con heridas causadas por un proyectil de gas lacrimógeno.

El colectivo Bersih 2.0, organizador de la protesta, cifró la asistencia en 50.000 personas, mientras que algunos medios de comunicación hablan de entre 20.000 y 30.000, y la Policía, de unos 6.000.

Entre sus demandas, el grupo, integrado por más de 60 organizaciones no gubernamentales, exige el uso de tinta indeleble en las votaciones, un mínimo de 21 días de campaña electoral y el libre acceso de los partidos a los medios de comunicación.

El primer ministro señaló que Bersih ("limpio" en malayo) puede elevar sus quejas a la Comisión Electoral o al Gobierno, pero que "la celebración de manifestaciones ilegales está fuera de cuestión".

El Gobierno, en manos de la coalición del Frente Nacional desde la independencia en 1957, justifica su autoritarismo en la necesidad de garantizar la convivencia en un país de 28 millones de habitantes, con una mayoría del 50 % de etnia malaya y el resto compuesto de minorías china, india e indígenas.

"Somos ciudadanos de paz que quieren vivir en paz y armonía, queremos vivir en un país con un futuro brillante", sentenció Najib en la conferencia en Kuala Lumpur.

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