El próximo Dalai Lama ama los videojuegos y el fútbol

(Dharamsala, India).El Dalai Lama cumplió 75 años el martes y tiene buena salud. Pero, inevitablemente, la pregunta sobre quién sucederá a uno de los líderes espirituales más respetados del mundo planea sobre el horizonte.Los focos se centran cada vez más en el Karmapa Lama, muy próximo al Dalai Lama y a quien califica de "figura paternal, en lo espiritual y lo personal". Como responsable de una de las mayores escuelas del budismo tibetano, también es un prestigioso erudito por derecho propio. Y es de la nueva generación.

El Karmapa Lama juega con videoconsolas y después de meditar le gusta escuchar música rap. En una reciente visita a su monasterio en Sidbhari, un pueblo cercano a la casa del Dalai Lama en el exilio, en la norteña ciudad india de Dharamsala, el Karmapa Lama se preguntaba qué equipo ganaría el Mundial de Fútbol (un tema que no es exactamente el primero que nos llega a la mente cuando pensamos en un monasterio y en el Dalai Lama). "Algunos decían que Argentina ganaría, pero ahora que han perdido dicen que Alemania", aventuraba.

No hay duda de que el Karmapa Lama es un hombre joven poco corriente. Es una mezcla ecléctica, un puente que une lo nuevo y lo viejo, que también le ha convertido en un icono moderno de la lucha del Tíbet con China por su autonomía.

Ogyen Trinley Dorje, su nombre de nacimiento, fue designado como la decimoséptima encarnación del Karmapa Lama cuando tenía tan solo siete años y fue llevado a vivir a un monasterio cerca de Lhasa. Su nombramiento también fue reconocido por China, que esperaba encontrar en él a un potencialmente poderoso rival del Dalai Lama.

Pero a los 14 años el Karmapa tenía otros planes.

"A los 18 años habría tenido que asumir un puesto en la jerarquía del Gobierno chino... y enfrentarme al Dalai Lama y a la causa tibetana. Esa fue una de las razones por las que me fui".

Y se marchó. Se escapó del Tíbet hacia la India a través de los Himalaya, en un viaje a pie y a caballo que duró ocho días. China se indignó por su huida, similar a la del Dalai Lama cuatro décadas antes.El hecho de que muchos crean que está siendo formado para ser un líder no es un secreto para él, pero la idea de llegar a asumir tal responsabilidad no distrae al joven monje.

"No estoy muy entusiasmado ante esa posibilidad, pero su santidad tiene gran fe y esperanza en la generación joven, y yo soy parte de ella, así que haré lo que pueda para apoyar su trabajo y espero dejar detrás de mi un legado rico como el suyo", afirma.

No es el único que pone freno en torno al tema. El portavoz del Dalai Lama, Tenzin Taklha, alaba al joven monje, pero dice que nadie sabe lo que ocurrirá después del Dalai Lama.

El Karmapa "es carismático, atractivo y tiene un gran potencial. Es un líder prometedor y ciertamente será uno de nuestros líderes espirituales más importantes, pero no podría decir que vaya a ser nuestro único líder futuro".

Tsewang Rigzin, presidente del Congreso de la Juventud Tibetana, se expresa de un modo parecido, explicando que si bien el Karmapa es un "líder espiritual en potencia, todavía es muy pronto para asegurarlo".

El Dalai Lama ha analizado el tema de su sucesión, aunque no se han tomado decisiones al respecto.

Tradicionalmente los monjes en el Tíbet peinarían la región en busca de la reencarnación del Dalai Lama tras su muerte, pero algunos temen que China lo impedirá y tratará de imponer una persona de su elección, tal y como hizo en 1995 con el Panchen Lama.

Pero el Dalai Lama ha dicho que podría romper con la tradición y nombrar antes de morir un líder espiritual que le suceda.

Mientras la pregunta de la sucesión permanece abierta, sí hay un consenso universal acerca de que la pérdida del Dalai Lama supondrá un golpe devastador.

"Cuando no se tiene un líder se está muy perdido, así que eso tendrá un enorme impacto en la comunidad tibetana en el exilio y en los tibetanos del Tíbet, así como en todo el mundo... No puedo ni siquiera contemplar esa posibilidad", dice el Karmapa con un suspiro.

Por el momento, la vida diaria del Karmapa está llena de meditación, estudio y reuniones con gente que van desde líderes de la comunidad hasta celebridades de Hollywood como Richard Gere.

India le ha dado asilo, pero restringe sus desplazamientos a fin de no ahondar en las ya tensas relaciones con la vecina China. El Karmapa solo ha viajado una vez al extranjero en 11 años, cuando fue a EEUU en 2008.

Eso no deja de ser un motivo de gran frustración para un hombre joven que desea extender sus alas y encontrarse con sus hermanos espirituales alrededor del mundo.

"Muchas personas están esperando a que vaya a sus países y eso me entristece, porque no puedo cumplir sus deseos", asegura.Lucha cumplir los deseos de sus seguidores en el extranjero, pero mientras tanto, en su actual hogar, el Karmapa sigue formándose como un prometedor líder espiritual.