El secretario de Benedicto XVI asistirá a la ceremonia de inicio del cónclave

  • El prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein, que es a la vez secretario particular de Benedicto XVI, asistirá mañana a la ceremonia de comienzo del cónclave, como establece la normativa de la Iglesia, aseguró hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

Ciudad del Vaticano, 11 mar.- El prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein, que es a la vez secretario particular de Benedicto XVI, asistirá mañana a la ceremonia de comienzo del cónclave, como establece la normativa de la Iglesia, aseguró hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

Ganswein, agregó Lombardi, accederá a la capilla Sixtina junto al Sustituto de la secretaria de Estado, Angelo Becciu; el secretario de las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti, y el comandante de la Guardia Suiza, Elmar Mäder, como establece el ceremonial.

Lombardi también dijo que cree que Ganswein pretende seguir con Benedicto XVI en Castel Gandolfo, donde se aloja junto al papa emérito desde el pasado 28 de febrero, pero que, como es normal, se pondrá a disposición del futuro pontífice.

Respecto a la última congregación de cardenales preparatoria del cónclave que comenzará mañana, la décima, celebrada hoy, Lombardi dijo que durante la misma el camarlengo, Tarcisio Bertone, informó sobre el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el banco del Vaticano.

Lombardi señaló que la información sobre el IOR se enmarcaba en la ofrecida en anteriores reuniones sobre la situación económica de la Santa Sede, como establece la normativa de la Iglesia.

La Constitución Apostólica "Pastor Bonus" sobre la curia romana establece que durante la Sede Vacante (tiempo que transcurre desde que un papa fallece o renuncia y hasta que se elige al sucesor) el camarlengo debe informar al Colegio Cardenalicio sobre el estado patrimonial y económico de la Santa Sede.

Bertone es presidente de la comisión cardenalicia encargada de la vigilancia del IOR. El cardenal informó a los otros purpurados de la estructura de la entidad y de su integración en el sistema internacional bancario.

El IOR, fundado en 1942, se ha visto salpicado por numerosos escándalos financieros internacionales, entre ellos, en la década de los ochenta del siglo pasado, la quiebra del Banco Ambrosiano de Roberto Calvi, encontrado ahorcado bajo un puente de Londres en 1982.

La bancarrota originó la quiebra de una treintena de empresas, y aunque el Vaticano siempre rechazó cualquier responsabilidad, sí admitió su "implicación moral" y pagó 241 millones de dólares de la época a los acreedores de la entidad.

El IOR fue reformado en 1989 por el papa Juan Pablo II, y el 30 de diciembre de 2010 Benedicto XVI aprobó una ley para luchar contra el blanqueo de dinero en la instituciones financieras del Vaticano, con el objetivo de entrar en la llamada "lista blanca" de Estados que respetan las normas para la lucha contra el lavado de dinero.

En la reunión del pasado 7 de marzo los cardenales responsables de las finanzas y del patrimonio de la Santa Sede (Giuseppe Versaldi, presidente de la Prefectura de Asuntos Económicos; Domenico Calcagno, presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, y Giuseppe Bertello, presidente de la Gobernación) informaron del estado patrimonial y económico.

En la jornada de hoy los purpurados prosiguieron profundizando sobre la situación de la Iglesia, la nueva evangelización y el perfil que debe tener el próximo pontífice.

A la reunión asistieron 152 de los 207 cardenales que conforman el Colegio Cardenalicio. Acudieron todos los cardenales electores (115). Los octogenarios, que no pueden entrar en la capilla Sixtina, lugar del cónclave, tiene libertad para acudir o no a estas congregaciones preparatorias.

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