El secreto del verdadero origen de la Estatua de la Libertad

Custodia la ciudad desde la isla de la Libertad y es uno de los monumentos más famosos de la ciudad de Nueva York. Un potente símbolo para los inmigrantes en un país que presume de recibirlos con los brazos abiertos, de hecho era lo primero que los inmigrantes europeos veían tras su travesía por el Atlántico. Pues bien, ahora el símbolo de libertad cobra más fuerza gracias a la confirmación del Istituto Smithsonian que ha revelado un dato poco conocido de la dama más conocida de la ciudad que nunca duerme.

Pero, ¿qué esconde la Estatua de la Libertad? La respuesta la ha dado el prestigioso instituto Smithsonian que ha confirmado que detrás de la actual estatua que todos conocemos se esconde una campesina musulmana. O esa era la intención de su escultor Frederic Auguste Bartholdi, quien en un primer momento pensó en una campesina musulmana, en concreto egipcia, que utilizaba un faro, en lugar de una antorcha, para iluminarse en el camino hacia la libertad y, además, su verdadero destino era el Canal de Suez.

Sin embargo, la escultura de 19 metros de altura, que en un principio llevaba el nombre de "La Estatua de la Libertad que ilumina el mundo", fue rechazada por Egipto en 1871. Aunque el rechazo no terminaría con las ganas del escultor de llevar a cabo su obra que encontraría su destino final en Nueva York.

Un dato que ha podido sorprender a muchos, sobre todo a aquellos que conozcan los orígenes franceses de la escultura y no su origen árabe. Al fin y al cabo la estructura fue disseñada por Alexandre-Gustave Eiffel, el mismo de la famosa torre que lleva su nombre y que vigila París. La Estatua de la Libertad fue un regalo francés a Estados Unidos con motivo de la conmemoración del centenario de la independencia estadounidense.