El sueño español ya no se alcanza en patera

  • La crisis, el control marítimo, el coste del desembarco en España, las informaciones de sus parientes en Europa o las recibidas en su país de origen y el miedo a ser deportados explican el descenso brusco del 45% en el número de embarcaciones de inmigrantes que llegó a nuestras costas en 2009.
Juan F. Cía

· Foto en alta definición de las costas españolas vistas desde Marruecos.

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En algunas playas del sur de España se divisa la costa africana. Desde allí, miles de inmigrantes sueñan con un sueldo en euros y una vivienda digna y por esa ilusión deciden lanzarse al mar en un cayuco. Aunque su deseo de conseguir una nueva vida no desaparece nunca, lo cierto es que desde 2006 el número de pateras que llega a nuestras costas cae en picado y el año pasado se redujo casi a la mitad.

Pese a que la crisis económica es la razón más importante y más utilizada para explicar el final del efecto llamada a la inmigración, desde el Ministerio del Interior y las asociaciones de derechos humanos se recuerda que hay muchos otros factores que dan sentido a estas cifras. El Informe de Derechos Humanos en la Frontera Sur de 2009 establece que el aumento del desempleo en Europa ha provocado que los familiares sean los primeros en desincentivar la ilusión por cruzar el Estrecho de Gibraltar.

El coste del viaje en patera también dificulta la 'aventura'. Según el mismo documento, elaborado por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), el precio de los motores para los cayucos es demasiado elevado. Muchos de ellos se construyen expresamente para ese fin en algunos países asiáticos y cuestan 27.000 euros.

El aumento de la presión policial en las costas españolas y el trabajo de colaboración con los países africanos también son dos factores decisivos en la lucha contra la inmigración ilegal. Así, el Gobierno español trabaja actualmente en dos frentes: el aumento del número de efectivos destinado al control de las costas -un 50% más entre 2003 y 2009- y la colaboración con los estados de origen para que sean ellos los que controlen sus playas y el funcionamiento de las mafias.

La mitad de pateras

El último informe anual sobre inmigración ilegal del Ministerio del Interior señala que el número de inmigrantes que intentaron llegar a nuestras playas en alguna embarcación descendió un 45,7% con respecto a 2008, el mejor en la última década. Así, se interceptaron a 7.285 inmigrantes, frente a los 15.940 del año anterior.

Los números de 2009 no son una sorpresa, sino el reflejo de una tendencia. Desde hace tres años se experimenta una bajada en el número total de pateras que llega a España. En 2007 fueron apresados 19.610 inmigrantes y en 2006, la cifra de 41.180. Los cinco años anteriores, los datos fueron sensiblemente inferiores.

Si las cifras generales son una buena señal, aún lo son más las registradas en 2009 en Canarias. De los 9.181 inmigrantes ilegales interceptados en 2008 se pasó a los 2.246 en 2009, un 75,5% menos en tan sólo un año y el dato más bajo desde 2000. Además, el balance presentado en enero por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmaba que durante cuatro meses no llegó ninguna patera a las playas isleñas.

Menos embarcaciones en Canarias

La política de control marítimo en Canarias no ha tenido el mismo éxito en la llegada de cayucos a la Península y Baleares. En este caso, 2009 rompió la tendencia positiva experimentada los dos años anteriores. La Guardia Civil detuvo a 7.502 inmigrantes en 2006, a 5.579 en 2007 y a 4.244 en 2008. Sin embargo, un año después se registraron 5.039 retenciones, lo que supone un aumento del 18,7%.

La evolución registrada en Canarias frente a la experimentada en la Península y Baleares es un dato especialmente positivo, ya que la mayoría de las pateras que se dirige a suelo español tiene como destino el archipiélago canario. De hecho, el plan del Gobierno contra la inmigranción ilegal sólo ha podido modificar esa tendencia en 2009. Hace cuatro años, de los 41.180 inmigrantes detenidos, 31.678 intentaron llegar en patera a Canarias -un 77% del total-. En 2007 fue un 64% y en 2008, un 63%. El año pasado sólo fue un 27%.Ni cayucos ni contratos de trabajo

Si la crisis es una razón importante pero no la única en el descenso de la inmigración ilegal, casi se convierte en el único factor que explica el descenso radical en la entrada de inmigrantes en España con contratos de trabajo y permisos de residencia.

Los datos facilitados por el Ejecutivo sobre la entrada de trabajadores extranjeros son bastante elocuentes. En el caso de inmigrantes con permiso de residencia y empleos por cuenta ajena, el descenso experimentado en 2009 con respecto a 2008 alcanzó el 88%. Mientras, las contrataciones en origen bajaron un 99%.

Ya sea por la recesión o por la presión policial, ni los cayucos ni los contratos acercan hoy a estas personas al paraíso que divisaron un día desde el norte de Marruecos.

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