"El sufrimiento por la crisis puede hacernos más fuertes",según un psiquiatra

Carlos Mínguez

Madrid, 5 feb.- Está convencido Javier de las Heras, psiquiatra y profesor universitario, de que el sufrimiento "puede hacernos más fuertes", más humanos, humildes y comprensivos. De ahí que el derivado de la crisis actual, que no es poco, puede "a la larga" resultar beneficioso, individual y colectivamente.

"Puede hacernos más fuertes, aunque también más vulnerables", reconoce, si bien una u otra opción dependerá de "cómo lo abordemos. Nos puede servir para madurar, incluso en algunas circunstancias para conseguir una personalidad más rica en valores", recalca.

Profesor de Psicopatología en la Universidad Complutense, Javier de las Heras sabe de lo que habla, pues a diario y en su consulta convive con el sufrimiento. "Está ahí, ahora y siempre, y en algunas situaciones -dice- nos ayuda a ser mejores personas, a tener una personalidad más rica, más madura, con una perspectiva más humana, más comprensiva. Nos aproxima, en definitiva, a los demás, nos humaniza, aunque en ocasiones nos pueda destruir".

Y de ello trata su nuevo libro, "Ya no sufro más", editado por Espasa, en el que enseña a plantarle cara al sufrimiento, a evitar un sufrimiento exagerado o innecesario, "a convivir con los problemas sin que estos -escribe- destruyan nuestro estado de ánimo".

De las Heras intenta desdramatizar la crisis y sus consecuencias, y dice que tiene "un componente psicológico muy importante". "He visto otras a lo largo de mi vida -comenta en una entrevista con EFE- y en todas hay personas con problemas, pero otras muchas que no. Efectivamente, mucha gente tiene problemas económicos, pero la situación de pánico es desproporcionada".

Una situación que achaca, en gran medida, "al bombardeo de los medios de comunicación sobre cuestiones económicas. Es curioso ver cómo personas que no tienen ni idea de economía se preocupan a diario por la prima de riesgo, o que no tienen dinero invertido en bolsa y se angustian si baja".

A su juicio, esa "cierta situación de pánico" provoca un miedo unas veces injustificado y otras desproporcionado.

Pasó lo mismo -dice- con la gripe A. Vivimos un momento en el que la economía ha aumentado en relevancia de una forma absolutamente exagerada. La sociedad es hoy mucho más material, con una perspectiva economicista de la vida. Y esto no es bueno".

En cualquier caso, en los dos últimos años a su consulta acude más gente que antes angustiada por la situación. "No soportamos el dolor, huimos de todo lo que suponga dolor. Vivimos en una sociedad con fobia al dolor, al sufrimiento, probablemente porque nos hemos hecho más cómodos y damos más valor a otras cosas. Y llegados a este extremo, no es bueno".

"Huir del sufrimiento -insiste- es humano, lógico. Lo que no es tan lógico es huir del sufrimiento a toda costa. Eso puede ser malo. Existen cosas peores que el sufrimiento", algo que es consustancial a la existencia, al mero hecho de vivir.

Javier de las Heras comprende que haya quien quiera huir del sufrimiento "a toda costa, pero hasta cierto punto. Ante las dificultades, tenemos que adoptar una actitud de intentar superarlas, no dejar que nos venzan ni que nos lleven hacia la huida y la evitación".

Por todo ello, entiende que haya quien crea que en momentos como los actuales tenga más sentido que nunca el dicho popular de que "no hay mal que por bien no venga". "Las crisis siempre son oportunidades para mejorar cosas, para cambiar. Son siempre una oportunidad para rectificar, para purgar excesos".

"Casi todas las cosas malas tienen siempre algo bueno. Y viceversa. La cuestión importante es, en la medida de lo posible, sacarle partido a las cosas positivas que la crisis lleva aparejadas. Y no al contrario".

El sufrimiento, pues, puede ser "beneficioso" en este caso, "eso sí, si se enfoca bien", advierte. "Estoy seguro de que habrá empresas que salgan fortalecidas, renovadas, saneadas,... y que otras, por el contrario, sucumbirán. Pues lo mismo pasará con las personas. Habrá quien salga fortalecido de esta situación adversa y otros que sucumbirán. Lo que hay que evitar, precisamente, es pertenecer a este segundo grupo".

A las personas que se han quedado sin trabajo, y que sufren por ello, Javier de las Heras les diría que "tienen que esforzarse a nivel individual para intentar solucionar su problema, sin escudarse en que las cosas están muy mal. Sí están muy mal, pero quienes se mueven, quienes intentan buscar una solución, tienen más posibilidades de conseguir su objetivo".

Y ante todo deben combatir la desesperanza, aunque en su esfuerzo "fracasen una y otra vez. Al final -afirma- las personas salen adelante. Las penalidades pueden ser mucho menores cuando se afrontan desde una perspectiva positiva".