Madrid, 7 ene.- El fuerte temporal que ha provocado un estado de máxima alerta en el noroeste peninsular ha comenzado a amainar tras dejar en Galicia un muerto y tres desaparecidos, así como cuantiosos daños en la costa norte del país.
La Guardia Civil ha encontrado el cadáver de una de las tres personas que fueron arrastradas ayer por una gran ola ayer en Valdoviño (A Coruña), en tanto que no se han hallado indicios del paradero del pescador desaparecido el viernes en una playa del municipio coruñés de Ribeira.
El temporal marítimo, por el que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) activó la alerta roja (de riesgo extremo para las personas), provocó una fuerte ola en la playa próxima al faro de A Frouxeira que causó la muerte de Rodrigo Pena, de 67 años, y la desaparición de Juan Bedoya, de 50 años, y su hija Patricia, de 25.
Según ha informado la Xunta de Galicia, durante el día de Reyes y hasta las 14:00 horas de hoy el 112 ha atendido más de 5.000 llamadas y ha gestionado 349 incidencias relacionadas con el temporal, la mayor parte en las provincias de A Coruña y Pontevedra.
En el litoral gallego, ayer se registraron olas entre los 8 y los 12 metros, que provocaron la alerta roja, fuertes vientos de hasta 50 kilómetros por hora e inundaciones a causa de las lluvias.
El oleaje derribó ayer un muro del santuario de la Virgen de la Barca en la localidad coruñesa de Muxía, donde rompió la emblemática piedra de Abalar, obligó a cortar algunos tramos de carretera como medida de precaución y hundió un pesquero de diez metros de eslora en el puerto de Laxe (A Coruña).
También son cuantiosos los daños que ha provocado el temporal en el País Vasco, donde el oleaje ha hundido tres pequeñas embarcaciones y ha afectado a otras doce en Bermeo (Bizkaia), donde también se ha visto afectada la zona industrial y bares y tiendas del puerto.
Las olas de hasta cinco metros cada 22 segundos han provocado destrozos en los puertos de las localidades vizcaínas de Ondarroa, Mundaka, Lekeitio y Elantxobe.
En Gipuzkoa los daños han sido menores y han afectado a los puertos de Mutriku, Zumaia y San Sebastián, además de restaurantes, pequeños negocios y diverso mobiliario urbano en la capital donostiarra.
No obstante, la alerta roja declarada ayer en las provincias gallegas de A Coruña y Pontevedra ya ha desaparecido y hoy sólo se mantienen avisos costeros "naranjas" (riesgo importante) por fuerte oleaje, ha explicado a Efe la meteoróloga de la Aemet, Ana Casals.
Para hoy la Aemet únicamente ha activado avisos costeros naranjas en los litorales gallego y cantábrico, donde se registrarán olas de 6 o 7 metros, que a partir de esta tarde irán disminuyendo hasta los 4 o 5 metros.
Para mañana, prevé que se relaje el viento, y los avisos costeros serán "amarillos", ha detallado Casals.
En el Cantábrico, los fuertes vientos de ayer han amainado y persisten, aunque de forma "más floja", la lluvia y el oleaje.
Según Casals, estos fenómenos han sido provocados por un frente estacionario unido a una "profunda" borrasca atlántica, que a partir de mañana se irá deshaciendo, aunque las lluvias persistirán en Galicia y en las islas occidentales canarias.
El frente también ha dejado lluvias en zonas montañosas de Castilla y León, en la provincia de Salamanca y en algunos puntos de Cáceres.
La sucesión de frentes que ha estado afectando en los pasados días, con flujo del oeste y borrascas profundas, típica de la época invernal, se está deshaciendo, por lo que la Aemet prevé que desde el jueves hasta el domingo, la Península estará libre de frentes. EFE
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