Ciudad del Vaticano, 7 nov.- El Vaticano ha cancelado la misión que tenía previsto enviar a Siria debido a la situación en el país, donde continúan los enfrentamientos, informó hoy Benedicto XVI, que hizo un nuevo llamamiento a las partes "para que a través del diálogo se llegue a la paz".
"Sigo con particular atención la trágica situación de violencia en Siria, donde no se detiene el fragor de las armas y cada día aumenta el número de las víctimas y el terrible sufrimiento de la población, en particular de cuantos han debido dejar sus casas", dijo hoy el Papa durante la audiencia pública de los miércoles.
El Obispo de Roma recordó ante las varias decenas de miles de fieles presentes que su "deseo" era enviar a Damasco una delegación de Padres Sinodales (como se conoce a los obispos que participan en en un Sínodo) "para manifestar a la población de Siria mi solidaridad y la de toda la Iglesia y mi cercanía espiritual a las comunidades cristianas del país".
"Lamentablemente, diversas circunstancias y acontecimientos no han hecho posible la iniciativa en el modo deseado", añadió el papa.
El Pontífice señaló que ante esa imposibilidad, ha decidido confiar una misión especial al cardenal Robert Sarah, Presidente del Consejo Pontificio Cor Unum, quien desde hoy y hasta el próximo 10 de noviembre se reunirá en el Líbano con los pastores y fieles de la Iglesia en Siria y visitará algunos refugiados sirios.
El purpurado, que dirige el dicasterio vaticano que se encarga de distribuir la caridad del papa, se reunirá con las instituciones católicas de caridad, "a las que la Santa Sede les ha pedido un particular compromiso en favor de la población siria, tanto dentro como fuera del país", precisó el papa.
Sarah lleva ayuda por valor de un millón de dólares. Una parte de esa cantidad corresponde a la caridad del papa y el resto al dinero recogido por los obispos durante el Sínodo, precisó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
En esos días se abrió una cuenta en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco del Vaticano, para recaudar dinero para la población siria.
"Mientras elevo mi oración a Dios, renuevo la invitación a las partes del conflicto y a cuantos desean el bien de Siria a no ahorrar ningún esfuerzo en la búsqueda de la paz y a buscar por medio del diálogo los caminos que conducen a una justa convivencia, con el fin de lograr una adecuada solución política del conflicto. Nunca es demasiado tarde para trabajar por la paz", manifestó hoy el papa.
El cardenal secretario de estado vaticano, Tarcisio Bertone, anunció el 16 de octubre durante el Sínodo de Obispos para la Nueva Evangelización que se celebró del 7 al 28 de octubre en el Vaticano, el envío de una delegación de prelados a Siria, que además de llevar la solidaridad del papa a la población también llevarían un dono en metálicos.
De la delegación iban a formar parte los cardenales Laurent Mosengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa; Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, y Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York.
También Fabio Suescun Mutis, obispo castrense de Colombia; Joseph Nguyen Nang, obispo de Phat Diem; Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados (ministro de Exteriores del Vaticano), y Alberto Ortega, oficial de la Secretaría de Estado.
Una semana después, Bertone anunció el aplazamiento de la salida de la misión, debido a la "gravedad de la situación" en Siria, y señaló que los prelados partirían una vez concluido el Sínodo. Hoy se anunció la suspensión definitiva.
Durante su reciente viaje al Líbano, el pasado mes de septiembre, Benedicto XVI pidió el cese de la violencia en Siria y que se impida la importación de armas, "porque sin la importación de armas la guerra no podría continuar", dijo.
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