La emotiva carta de la madre que ha recuperado a su hijo: "Yo no les di al niño en acogida. A mí me lo arrebataron"

  • La joven explica que nunca quiso dar a su hijo en adopción y lamenta que se la esté criminalizando en los medios.

    "No me dejaron amamantarle, no me dejaron acariciarle, ni tenerle conmigo. Nadie me decía donde estaba", recuerda.

La emotiva carta de la madre que ha recuperado a su hijo: "Yo no les di al niño en acogida. A mí me lo arrebataron"
La emotiva carta de la madre que ha recuperado a su hijo: "Yo no les di al niño en acogida. A mí me lo arrebataron"

"Mi nombre es María José Abeng Ayang. Soy española, aunque mi piel sea negra". Así comienza la carta que anoche escribió en Facebook la madre asturiana que, tras cuatro años de pleitos, acaba de recuperar a su hijo. "Solo soy una madre que ama por encima de todo a su hijo. Que no ha dejado de luchar por él, desde el mismo momento en el que supe que me lo querían arrebatar", asegura la mujer, nacida en Guinea Ecuatorial, pero vecina de Oviedo desde los dos años.

"Mi madre vino a buscar un futuro mejor para sus hijos, y así crecí yo", inicia su relato. "A los 11 años, creyéndome la reina del mundo, y ante todo europea, yo no podía 'permitir' que mi madre decidiera que debía acostarme temprano o que no podía ponerse una ropa determinada (...) Así que un día, se me ocurrió la 'maravillosa' idea (recuerden que tenía 11 años) de acudir al puesto de la Guardia Civil, para que dijeran a mi madre que yo no era guineana". Es ahí donde comenzó su "infierno", al pasar a quedar bajo tutela del Principado.

"Aunque mi madre, luchó y luchó por sacarme del centro… solo era una 'pobre' mujer guineana, que vivía entre Suiza, (lugar donde trabaja mi padre como ingeniero), España, y Guinea".

A los 14 años, estando ingresada en un centro de menores, se quedó embarazada. "Qué curioso que los Servicios Sociales, que querían protegerme de mi propia madre (...) no pudieran protegerme ellos de un embarazo", reprocha.

Desde el primer momento, le dijeron que el niño iba a ser dado en adopción. "Pasé aquella noche, tragándome mi propia estupidez, y suplicando a “quien fuera”, Dios, la Virgen o todos los Santos… que no le dejara marcharse de mi lado, porque yo ya le quería, porque un sentimiento nuevo había nacido dentro de mí", escribe.

María José asegura que "cuando empezaron los asistentes sociales y los educadores a 'intentar' convencerme de que mi hijo debía ser dado en adopción, huí de España sola, embarazada de siete meses y medio hacia Guinea, ayudada por un tío mío". Sin embargo, un abogado la convenció de regresar. "Ni tan siquiera me dejaron ver a mi hijo. Le sacaron del hospital al día siguiente, mientras yo me quedé siete días. No me dejaron amamantarle, no me dejaron acariciarle, ni tenerle conmigo. Nadie me decía donde estaba", lamenta.

Pese a su juventud, María José dice haber sacado "fuerzas para recurrir desde el año 2012 todas y cada una de las resoluciones de la consejería", pese a lo cual las sentencias eran en su contra "por el único motivo de que yo era menor y estaba siendo tutelada".

Por otro lado, se muestra molesta por las insinuaciones que han vertido los padres de acogida: "No. Nunca he bebido, como se ha atrevido a decir el Sr. Vila, nunca he fumado, nunca me he drogado, ni nunca me han maltratado. Aquí está mi cuerpo para hacerme las pruebas que consideren. No me QUITARON A MI HIJO por tener mala vida ¿Qué mala vida podría haber tenido interna en un centro de acogida con 14 años?".

"Esta es mi historia. Mi triste historia documentada, y que la Audiencia Provincial supo valorar, con un expediente de muchos folios", afirma, antes de explicar que desde que ganó la sentencia en segunda instancia, la policía la habría hecho seguimientos e preguntando a sus vecinos "si mi pareja me maltrataba".

"Solo soy una chica española de origen guineano, que YA NO QUIERE SER EUROPEA, y que lo único que desea es estar feliz con su hijo. Hijo, que tiene una familia, unos abuelos, unos tíos, unos primos, y ante todo una madre. Y mi hijo, no se llama Joan (en valenciano), ni Xuanín en asturiano. Se llama Juan F. Yo no les dí el niño en acogida, a mí me lo arrebataron", concluye.

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