En Colombia, indígenas desplazados por el conflicto estrenan pueblo

  • Por primera vez en sus 48 años, Julio Miguel Sentero puede decir que vive en un pueblo, tras pasar décadas en la selva del noroeste de Colombia desplazado por la violencia del conflicto armado que azota el país desde hace medio siglo.

Vegas de Segovia, en el municipio de Zaragoza (Antioquia), 250 kilómetros al norte de Medellín, es desde este jueves una localidad con escuela, centro de salud, una casa de gobierno, un complejo deportivo, electricidad y alcantarillado, entre otros servicios, hogar de 137 familias de la etnia zenú.

"Estamos muy contentos", dijo Sentero a la AFP, que recuerda cómo sus padres llegaron a la zona en los años 1960 huyendo de los enfrentamientos entre las nacientes guerrillas de izquierda y las fuerzas militares en los departamentos vecinos de Córdoba y Sucre.

"Mi papá no llegó a verlo, pero se fue con la ilusión del pueblo", agregó en alusión a la quincena de pequeños edificios de ladrillo en medio de una zona boscosa, construidos a iniciativa del Ministerio de Defensa en el marco de un proyecto de desarrollo y recuperación territorial.

La comunidad de Vegas de Segovia, la cuarta "capital indígena" de las 10 previstas en la región, está formada por indígenas zenú provenientes de distintas zonas de Sucre y Córdoba.

"El pueblo se levantó en unas tierras que les otorgó el gobierno hace 10 años", explicó Raúl Peña, un coronel que participó en las conversaciones con la comunidad para el diseño del pueblo.

"La idea es que el Estado llegue adonde nunca había llegado", agregó.

En total, 1.218 familias fueron beneficiadas por la creación de los 10 pueblos levantados por empresas privadas, en colaboración con ingenieros militares, que suman más un millar de viviendas en el Urabá, Bajo Cauca antioqueño y norte de Córdoba.

"Es un futuro para mis hijos. No quiero que mis hijos tengan la misma vida que la que me tocó a mí: tirando machetes y barequeando (extrayendo oro informalmente)", dijo Sentero, representante, por su parte, de los indígenas ante autoridades del ejército a cargo del proyecto.

"Mis hijos estudian y serán personas diferentes", agregó.

Zaragoza esta situado en una zona rica en oro, donde siguen existiendo cultivos ilícitos y con una fuerte presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), la segunda guerrilla activa del país.

"Estamos en una zona de conflicto donde todos los días vemos caer personas, pero con la ayuda de Dios estamos saliendo adelante", expresó Hilda Valdovino, cacica mayor (líder comunitaria) de Vegas de Segovia, de 850 habitantes, entre ellos un centenar de niños.

Colombia vive un conflicto armado en el que han participado guerrillas, paramilitares de derecha y fuerzas militares, el cual ha dejado oficialmente al menos 220.000 muertos y unos seis millones de desplazados internos.

La comunidad indígena, integrada por 1,4 millones de personas según el último censo de 2005, ha sido de las más afectadas por esta conflagración interna, en particular por ataques, retenciones, desplazamiento forzado, reclutamiento de menores.

pho-atm/ad

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