En el Belén gigante de Viveiro (Lugo) el tamaño sí importa

Patricia Pernas

Viveiro (Lugo), 21 dic.- El llamado "belén gigante" de Viveiro, un atractivo turístico de este municipio lucense, regresa después de años en los que no se representó y lo hace demostrando que, en marcadas ocasiones, como justamente esta, merced a su propia denominación, el tamaño sí importa.

A pesar de que son los actuales tiempos económicamente difíciles por el contexto de crisis y austeridad, el espíritu navideño no se verá mermado tampoco en la Mariña de Lugo.

Faltan apenas cuatro días para la jornada en la que se conmemora el nacimiento de Jesús, y Viveiro se ha engalanado este domingo para recibir y celebrar esta tradición reabriendo las puertas de su tradicional belén, después un lustro, desde 2009, en el que no se hizo.

Los alrededores de la Iglesia de Santa María del Campo y de la Plaza Mayor albergan los centenares de figuras de cartón-piedra a tamaño real que componen esta célebre representación.

Junto a una impresionante puesta en escena, el nacimiento lucense se convirtió en sus siete años de historia -previos al 2009- en el mayor atractivo de la Navidad de Galicia, y la alcaldesa de Viveiro, María Loureiro, no duda en confesar a Efe la alegría que la embarga por esta recuperación.

"Además de su belleza, y su atractivo turístico y cultural, tiene un gran tirón como dinamizador económico", explica.

Visitantes, turistas y curiosos se acercan a ver un belén de tamaño gigante, conformado por piezas totalmente artesanales confeccionadas con gran cariño y mucho esmero.

Esta representación belenística cerca todo el templo para mostrar todas las escenas, como el nacimiento, la población, la llegada de los Reyes de Oriente o la huida a Egipto.

Protagonistas como el buey y la mula, cerdos, gallinas, pastores, herreros, camellos, regalos, huevos y verduras ocupan las arterias principales de este municipio, cercanas a la iglesia de Santa María.

Son figuras en las que el éxito radica en aspectos tan básicos como que se cuida hasta el más mínimo detalle.

Hasta el 17 de enero estará expuesto este belén monumental que en esta reapertura cuenta con una novedad, ya que la llamada Casa de Calvo Sotelo, que el consistorio local está rehabilitando, albergará el Castillo de Herodes, con todas las imágenes que configuran esa escena.

Loureiro confía en que el éxito de antaño se repita de nuevo, ya que cuenta que a pesar de que esta ceremonia no se celebra desde el año 2009, "la magia perdura, porque aún la recuerdan todos y no solo los vecinos".

Así, explica que son muchas las asociaciones, colectivos, colegios y ayuntamientos que a lo largo de estos cinco años han llamado para interesarse por este belén único en Galicia y que a partir de hoy, indica, tienen la oportunidad de volver a visitar gracias a un convenio entre el Ayuntamiento y la Diputación de Lugo.

A la decoración navideña de animación e iluminación, típica de estas fechas y que confiere a Viveiro un aire distinto, se añade además la cabalgata de Papá Noel, a espera de que el tiempo dé un respiro en esta zona, acostumbrada a sufrir un duro invierno.