En Perú prohíben uniformar a las empleadas domésticas en la calle

  • Lima, 30 mar (EFE).- Obligar a las empleadas domésticas a usar uniformes en la calle o cualquier espacio público de Perú está penado a partir de hoy, según una ley publicada en el boletín oficial 'El Peruano'.

Lima, 30 mar (EFE).- Obligar a las empleadas domésticas a usar uniformes en la calle o cualquier espacio público de Perú está penado a partir de hoy, según una ley publicada en el boletín oficial "El Peruano".

La resolución se hace pública en el Día de las Trabajadoras del Hogar y establece que incurrirá en discriminación todo aquel que obligue a su empleado o empleada a "usar uniformes, mandiles, delantales o cualquier otra vestimenta identificatoria en espacios públicos".

Los espacios públicos son tanto abiertos (clubes, parques, plazas, playas) como cerrados (restaurantes, locales comerciales, hoteles), donde a veces es posible ver a muchachas vestidas con alguna prenda que revela su condición de trabajadora doméstica.

La ley no establece todavía cuáles serán los castigos a los infractores, que pueden serlo tanto los empleadores como los responsables de establecimientos públicos donde existan "mecanismos, regulaciones o servicios" para fomentar la exclusión.

El pasado octubre, Morgana Vargas Llosa, fotógrafa hija del famoso escritor, denunció al selecto Country Club de Lima por impedir a la empleada que la acompañaba tomar asiento en una mesa del restaurante, lo que pone en evidencia una práctica generalizada de discriminación contra las criadas en muchos establecimientos.

La coordinadora de La casa de Panchita, organismo que defiende a estas trabajadoras, Sofía Mauricio, recuerda hoy en una entrevista con el diario "Perú 21" que son abundantes los casos en los que a la trabajadora no se le respeta ni su horario de 8 horas ni el descanso de 24 horas semanales obligatorios por ley.

Mauricio denuncia que "son muy pocos los empleadores que ven a las trabajadoras del hogar como seres humanos", y recuerda la persistencia de casos de abuso sexual, generalmente de varones adolescentes que se inician en el sexo con las empleadas.

Cuando se descubre el caso, "la despedida es ella", agrega.

Las empleadas del hogar proceden generalmente de familias de escasos recursos de la sierra peruana, y son puestas a servir en las ciudades como una posibilidad de promoción social, aunque suelen carecer de los derechos básicos de los demás trabajadores.

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