Enfermedades cardiovasculares aumentan y complican hasta el 4 % de embarazos

  • La primera causa de mortalidad durante el embarazo y el parto se debe a una patología cardiaca, y entre un 0,2 y un 4 por ciento de los embarazos en países industrializados occidentales se complican por enfermedades cardiovasculares.

Valencia, 25 oct.- La primera causa de mortalidad durante el embarazo y el parto se debe a una patología cardiaca, y entre un 0,2 y un 4 por ciento de los embarazos en países industrializados occidentales se complican por enfermedades cardiovasculares.

Así se ha puesto de manifiesto en el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares SEC 2013 que se celebra en Valencia, donde se han presentado datos del Registro Europeo de la European Society of Cardiology (ESC), según un comunicado de la organización.

La investigación y estudios clínicos sobre el impacto del embarazo en las mujeres con enfermedad cardiaca están adquiriendo mayor relevancia a consecuencia del incremento de su incidencia, sobre todo en los países occidentales.

Los expertos señalan que la combinación de embarazo y enfermedad cardiovascular "es una patología emergente" porque las mujeres con patología cardiaca congénita (CC) alcanzan en un 85 o 90 por ciento la edad adulta, y algunas de ellas deciden tener un hijo, por lo que automáticamente se les incluye dentro del programa "embarazo de riesgo".

Además, la patología cardiaca adquirida durante el embarazo se debe a que los cambios fisiológicos pueden conducir al desarrollo de complicaciones, así como a la existencia de uno o más factores de riesgo cardiovascular.

La mujer con cardiopatía congénita y/o adquirida que queda embarazada "puede sufrir complicaciones durante el embarazo, parto y/o puerperio, como consecuencia de los cambios que este estado ocasiona sobre su sistema cardiovascular", según las fuentes.

Además, durante el embarazo, el corazón de la madre debe de hacer el doble de esfuerzo debido a los cambios fisiológicos propios del cuerpo de la mujer, y a los que el sistema cardiovascular debe adaptarse.

Así, durante el periodo de gestación se incrementa el volumen sanguíneo, la frecuencia cardiaca y el gasto cardiaco (cantidad de sangre expulsada del corazón) y, además, se produce un descenso en la tensión arterial, tanto la sistólica (durante las contracciones del corazón) como la diastólica (con el corazón en relajación).

Para evitar dichas complicaciones, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) recomienda a las embarazadas, y especialmente a las que ya presentan cardiopatías, vigilarse periódicamente la tensión arterial, apuntando en un cuaderno las cifras para mantener el control; una dieta baja en sal, dejar de fumar y tratar de llevar una vida lo más saludable posible.

Otro tipo de problemática es la mujer embarazada sin cardiopatía, pero que presenta una patología cardiovascular durante el embarazo, parto o puerperio (miocarditis peri parto o disección coronaria).

En ambos casos, la edad cada vez más avanzada de las mujeres gestantes (la media de edad del primer hijo en España se sitúa en los 33,5 años) se convierte en un factor de riesgo que se añade y complica los casos mencionados.

Las mujeres embarazadas pueden tener un amplio espectro de enfermedades cardiovasculares, incluyendo enfermedad cardiaca congénita, enfermedad reumática del corazón, hipertensión pulmonar, cardiomiopatía, enfermedad aórtica y enfermedad de la arteria coronaria.

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