Es "difícil" el encuentro del papa con familiares de desaparecidos en México

  • Será complicado que el papa Francisco se reúna con familiares de desaparecidos en su próxima visita a México, dijo este miércoles un oficial de la iglesia católica, causando el enojo de un combativo sacerdote y defensor de migrantes.

El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Eugenio Lira, dijo a Radio Fórmula que será "difícil" que el pontífice encuentre un espacio en su agenda para recibir en privado a familiares de desaparecidos en su visita al país del 12 al 17 de febrero.

Lira indicó que los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos en septiembre de 2014 en un crimen que conmocionó al mundo, podrían estar presentes en la última misa que Francisco celebrará en Ciudad Juárez, donde enviará un mensaje a los inmigrantes y las "víctimas de alguna forma de violencia".

Familiares de cientos de desaparecidos y organizaciones civiles mexicanas enviaron la semana pasada una carta al papa en la que le pidieron una audiencia para que pueda conocer el rostro de las víctimas de la violencia que azota a esta nación.

Desde 2006, la escalada de violencia por la llamada guerra contra el narcotráfico ha dejado cerca de 26.000 desaparecidos y más de 80.000 muertos en México.

En la misiva estaban documentados cientos de casos con nombre, fecha y lugar de la desaparición, entre ellos seis sacerdotes.

"El gobierno de México y las cúpulas del episcopado mexicano son las que están administrando la visita del papa y se ve que hay más manejo político que pastoral", dijo a la AFP el aguerrido sacerdote y director de un albergue de migrantes Alejandro Solalinde, que en septiembre acompañó a los padres de Ayotzinapa a Estados Unidos para tratar infructuosamente que se reunieran con el pontífice.

El sonado crimen de Ayotzinapa, que generó fuertes críticas al gobierno de Enrique Peña Nieto, sucedió hace un año cuando 43 estudiantes de esa escuela de maestros fueron atacados por policías de Iguala (sur) y presuntamente entregados a narcotraficantes que los asesinaron e incineraron, según la versión oficial.

De negarse el encuentro con el papa, sería "una ofensa, una grosería para las familias de los desaparecidos", sentenció Solalinde.

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