España aporta 8 millones de dólares para mejorar conservación de ecosistemas

  • España ha aportado ocho millones de dólares (6,5 millones de euros) para mejorar la conservación de ecosistemas y especies amenazadas en una decena de países de África, Centroamérica y Asia a través de un programa gestionado por Naciones Unidas durante los últimos cinco años.

Nairobi, 10 dic.- España ha aportado ocho millones de dólares (6,5 millones de euros) para mejorar la conservación de ecosistemas y especies amenazadas en una decena de países de África, Centroamérica y Asia a través de un programa gestionado por Naciones Unidas durante los últimos cinco años.

En colaboración con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la financiación española ha ayudado a evitar la extinción de la foca monje en Mauritania y a conservar las tortugas en África Occidental y las ballenas en Pacífico y el Caribe, según los resultados del programa presentados hoy en Nairobi.

"Creemos que la conservación es un bien gratuito, pero cuando ponemos cifras económicas vemos que no. Si no se mantenía el buen funcionamiento de estas áreas protegidas, la pérdida estimada habría sido mucho mayor", explicó a Efe el coordinador del proyecto, Juan Criado.

La Alianza España-PNUMA para las Áreas protegidas en Apoyo a la Iniciativa LifeWeb se fraguó en 2010 en torno a dos objetivos: mejorar la gestión y ampliar la red de las áreas protegidas a través de once grandes proyectos, muchos de ellos sobre ecosistemas patrimonio de la humanidad o en zonas conflictivas.

La inversión española ha permitido mejorar la atención de la salud comunitaria en la República Democrática del Congo (RDC); el desarrollo de agricultura y pesca sostenibles en Panamá, El Salvador, Guinea-Bissau y Mauritania; el aumento de la eficiencia y el mantenimiento de los recursos naturales en esos mismos países o impulsar el turismo comunitario en la RDC e Indonesia.

De entre todos los proyectos, el coordinador destacó por su innovación aquellos que han vinculado la conservación medioambiental con la resolución de conflictos en países como la RDC, donde se ha protegido a especies endémicas de gorilas y chimpancés del Parque Nacional de Kahuzi-Biega, amenazados por el conflicto político en el país.

"Han sido exitosos porque, aun siendo zonas complicadas, se ha logrado beneficios para las comunidades", destacó Criado.

También por primera vez se puso en marcha una iniciativa de "turismo comunitario" en el Santuario de Fauna de Lossi, en el norte de la RDC, y otra de ecoturismo en Indonesia, para preservar al orangután de Sumatra.

No en vano, las actividades realizadas a través de la iniciativa LifeWeb han demostrado que la conservación de la biodiversidad está muy vinculada a la mejora de los medios de vida, y que es una manera eficaz de reducir la pobreza y contribuir a las necesidades y los planes de desarrollo nacionales, según el PNUMA.

En los países donde se ha intervenido, subrayó Criado, "se ha impulsado la actividad económica a nivel comunitario".

"Ese era el reto: no solo la conservación de la biodiversidad, sino demostrar que se garantiza el mantenimiento del capital natural y de los ecosistemas", añadió.

Según el director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner, desde que el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) -en cuyo marco se planteó la colaboración española- entró en vigor en 1993, las áreas protegidas del mundo han aumentado cerca de un 100 % en números absolutos y un 60 % en superficie total.

En 2014, más del 15 % de las aguas terrestres y continentales están protegidas, cifra que se acerca al por objetivo mundial del 17 % establecido por la estrategia de biodiversidad de Aichi para 2020 en el marco del CDB.

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