España es el único país que tiene una Red de Ciudades Inteligentes

Madrid, 24 jun.- España es el único país que tiene una Red específica de Ciudades Inteligentes (RECI) que se han unido para aprovechar los avances tecnológicos con el objetivo de crear entornos más sostenibles y eficientes y mejorar la calidad de vida de sus habitantes y el medio ambiente.

Así lo ha explicado hoy en la Comisión de Cambio Climático del Congreso el presidente de la FEMP y alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, tras recordar que ya componen la red más de 50 municipios, y destacar cómo contribuyen los avances tecnológicos a la lucha contra el cambio climático.

Así ha señalado que en el ámbito de los residuos ya hay ciudades que incorporan sensores para saber si los contenedores están repletos, y optimizar de esta manera el servicio de recogida.

En agua, hay dispositivos que permiten gestionar de manera distinta el alcantarillado y abastecimiento; y en Santander, ha avanzado, se va a presentar ahora una aplicación que permite al ciudadano recibir en tiempo real el consumo de su casa.

Esta información, que recibirá en su móvil, podría estar indicándole que se ha dejado un grifo abierto o que hay una fuga oculta.

También ha aludido a los sensores que se colocan en autobuses públicos y taxis, y que generan mapas continuos de información ambiental (ruido, partículas contaminantes...) "hasta ahora desconocidos".

El órgano de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) que hace más esfuerzo, ha asegurado, es la Red de Ciudades por el Clima, a la que pertenecen ya 288 localidades, que representan a 27 millones de habitantes.

Se trata de un foro de debate, de cooperación intermunicipal, y de difusión de conocimiento y análisis, y su último informe refiere, entre otros, que existe un "alto grado de implantación" de políticas de ahorro energético, ya que más de un 60 % de los municipios llevan a cabo medidas en este sentido.

De la Serna ha concluido su intervención afirmando que la Red de ciudades inteligentes españolas se enfrentan hoy a dos grandes retos: el de la implicar a los ciudadanos y el de favorecer la colaboración público privada.

Finalmente ha defendido la necesidad de cambiar la normativa actual para adaptarla a los cambios económicos que está propiciando la inclusión de la tecnología en la vida diaria de los municipios.