Esperanza Aguirre lamenta la muerte de un "genio de la pintura y del ingenio"

Madrid, 3 abr.- La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha lamentado hoy el fallecimiento del dibujante, humorista gráfico y escritor Antonio Mingote, a quien se ha referido como "genio de la literatura, de la pintura y del ingenio".

"Ha sido el más grande humorista y dibujante de la prensa española, a quien todos sus colegas consideran su maestro indiscutible y a quien todos los demás admiramos como un creador único e inimitable", ha dicho Aguirre.

Mingote, nacido en Sitges (Barcelona) el 17 de enero de 1919, ha fallecido hoy rodeado de su familia a los 93 años en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde estaba ingresado desde hace varios días, ha informado a Efe su viuda, María Isabel Vigliola.

Aguirre ha recordado que el 15 de diciembre de 2010 entregó personalmente la Medalla de Oro de la Comunidad a Mingote, como reconocimiento a su intensa actividad en el terreno del humor gráfico y por su dilatada trayectoria profesional, en la que cosechó importantes premios periodísticos y literarios.

Para la presidenta madrileña, Mingote ha demostrado que en apenas un espacio de 18 por 11 centímetros, que es lo que medían sus viñetas en el "ABC" -diario al que estuvo vinculado profesionalmente- "se puede ser a la vez un genio de la literatura, un genio de la pintura y un genio del ingenio".

"Las viñetas de Mingote son una ventana abierta al pensamiento libre, al pensamiento al margen de lo establecido, desde la que combate la intransigencia, el fanatismo, la arbitrariedad y el sinsentido", ha dicho Aguirre.

La presidenta de la Comunidad ha destacado que la huella de Mingote quedará para siempre en Madrid en lugares tan emblemáticos como la biblioteca pública de Latina o los murales de la estación de metro de Retiro, realizados en 1987, que recrean escenas del parque "con su elegancia inconfundible".

Aguirre ha recordado también la huella de Mingote en los "inolvidables" motivos dieciochescos de las lonas que cubrieron la Puerta de Alcalá durante su restauración en 1993, y cuyos originales se conservan en el Museo de la Ciudad.