Es un programa que ha proporcionado material a escuelas en Los Ángeles, Utah o Texas. La mayoría de esos equipos, según el diario, no han sido utilizados. Por ejemplo, un lanzagranadas con el que se dotó una escuela de Los Ángeles. Entre el material también hay vehículos blindados o rifles de alta potencia para cuyo empleo, el personal de las escuelas, no está preparado.
Con todo, un portavoz de la Agencia de Logística de Defensa, ha asegurado en un comunicado que el 95% de los equipos suministrados a través de ese programa no son las armas, y menos del 1% son los vehículos tácticos. Además defiende que "cada estado es visitado dos veces al año para una revisión de cumplimiento del programa".
Observadores y organizaciones ya han pedido que se cancele. La "NAACP Legal Defense y Education Fund" y la "Texas Appleseed", dos organizaciones defensoras de los derechos civiles, han escritouna carta abierta firmada por casi dos docenas de otros grupos que piden el fin al programa.
"La presencia de armas de grado militar en entornos escolares cada vez más hostiles debido al exceso de confianza de la policía en el manejo de la disciplina de estudiantil, sólo puede exacerbar las tensiones existentes", aseguran.
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