Operación de los Mossos

Estafa inmobiliaria: ingresa en prisión tras defraudar 100.000€ con el alquiler

También está en la cárcel un colaborador como presuntos líderes de una organización a la que se atribuyen trece estafas.

Un coche de Mossos d'Esquadra
Un coche de Mossos d'Esquadra
MOSSOS D'ESQUADRA

Un estafador que defraudó más de 100.000 euros mediante el alquiler de pisos, locales y material informático ha ingresado en prisión tras ser detenido el pasado 19 de enero junto a un colaborador como presuntos líderes de una organización a la que se atribuyen trece estafas. Según han informado los Mossos d'Esquadra, los detenidos hacían funciones de jefe y de lugarteniente de la organización, que se dedicaba a las estafas inmobiliarias y de material electrónico y que tenía otros tres colaboradores de los que se investiga su participación en las estafas.

Se trata de un grupo con un alto grado de movilidad por España que se encontraba en un momento de plena actividad y preparado para aumentar el nivel de sus operaciones, señalan los Mossos. La organización centraba su actividad delictiva en tres tipos de estafas, una de ellas a través del alquiler de material informático o electrónico de alto coste económico, normalmente a nombre de una supuesta empresa bajo la excusa de utilizarlo como material laboral.

Una vez obtenido ese material, ni se abonaba el importe ni se devolvía a la tienda, un tipo de estafa del que se investigan al menos cinco hechos delictivos. En otros cuatro casos, se alquilaron inmuebles para utilizarlos como vivienda, pero el pago del alquiler nunca se hacía efectivo. Por último, en otros cuatro casos el grupo se dedicaba a alquilar espacios y locales comerciales bajo la excusa de poner en marcha un centro de coworking o un centro médico.

En este sentido, en otro hecho que se investiga, el grupo habría utilizado las oficinas alquiladas de forma fraudulenta para estafar a médicos, haciéndoles invertir en unas supuestas clínicas privadas que querían montar en estos espacios. En todos los hechos, y para cerrar el acuerdo, los investigados enviaban al arrendatario los comprobantes de transferencias bancarias para conseguir los alquileres, que nunca se hacían efectivos.

Los investigadores pudieron acreditar un perjuicio económico total de 102.842 euros entre el impago de los alquileres y la venta de aparatos informáticos y electrónicos. El jefe de la organización es un hombre de 45 años que participó directamente en todos los hechos y que fue reconocido por todas las víctimas. No tenía ningún inconveniente en dar sus datos, visitar locales y viviendas para alquilarlos, tiendas para alquilar material informático y cerrar tratos en persona con las víctimas.

El lugarteniente de la organización es un hombre de 52 años al que se relaciona directamente con al menos cuatro hechos, realizando las mismas tareas que el líder de la organización, mientras los tres colaboradores son dos hombres y una mujer de entre 23 y 33 años. A todos ellos les constan antecedentes policiales por estafas de características similares en todo el territorio español.

El pasado 21 de enero pasaron a disposición los dos detenidos y el Juzgado instructor de la causa decretó el ingreso en prisión del principal investigado, dejando en libertad con cargos al otro detenido. La investigación sigue abierta ya que no se descartan nuevos hechos delictivos cometidos por los investigados.

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