Exigen explicaciones y responsabilidades por "ángeles de la muerte"

  • La sociedad y el Gobierno uruguayos exigen hoy explicaciones convincentes y depurar responsabilidades en el caso de los "ángeles de la muerte", los enfermeros que se inculparon de las muertes de al menos 16 pacientes en unidades de cuidados intensivos.

Montevideo, 20 mar.- La sociedad y el Gobierno uruguayos exigen hoy explicaciones convincentes y depurar responsabilidades en el caso de los "ángeles de la muerte", los enfermeros que se inculparon de las muertes de al menos 16 pacientes en unidades de cuidados intensivos.

Tras la conmoción que supuso el domingo la detención de sendos empleados de los hospitales Maciel y de la Asociación Española de Montevideo por esos crímenes y de una tercera persona acusada de haberlos encubierto, asociaciones de pacientes, responsables hospitalarios y el Gobierno buscan una respuesta sobre lo sucedido y cómo fue posible.

De momento, además de las investigaciones internas anunciadas inmediatamente por los hospitales involucrados, la Justicia indicó que indagará la actuación de las autoridades hospitalarias y de los médicos que firmaron los certificados de defunción de las víctimas para ver si conocían lo que estaba sucediendo y si tomaron alguna medida para evitarlo.

Esta decisión se debe a la denuncia de la enfermera que destapó las muertes ante la Policía, quien dijo que antes de acudir a las autoridades había contado lo que sucedía a sus superiores y que estos no hicieron nada al respecto.

El Movimiento Salud para Todos, una asociación de usuarios de la sanidad uruguaya, sostuvo hoy que los responsables de los hospitales conocían lo que sucedía.

Según dijo a Efe Alfredo Manitto, uno de los portavoces de la organización, para estas muertes "debe haber mucho más de un cómplice" y que es seguro que "hubo cosas que fueron vistas por alguien más", incluidos los médicos que firmaron los partes de defunción.

"No se cumplen los controles y hay una responsabilidad de todos, usuarios y trabajadores, de denunciar las cosas que se ven, porque esto había sido visto y estaba en conocimiento de la gente", denunció Manitto.

Al tiempo, las investigaciones en curso buscan documentar el número exacto de víctimas que, según el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, será "sin duda" mucho mayor que las reconocidas hasta ahora por los inculpados quienes, se estima, estuvieron actuando por varios años.

Fuentes judiciales indicaron a Efe que aunque el domingo, durante los interrogatorios, los detenidos confesaron cinco y once asesinatos cada uno, al mostrárseles fotografías, "en ambos casos los enfermeros reconocieron haber perdido la cuenta".

En un primer intento por explicar lo sucedido, las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP), encabezadas por el ministro Jorge Venegas, dieron una rueda de prensa en la que subrayaron que las muertes fueron "crímenes" imposibles de predecir.

Según esta versión, los enfermeros se hacían con las drogas empleadas para matar a los pacientes durante las emergencias habituales que se producen en una unidad de cuidados intensivos en las que "la atención de salud prima por sobre el control".

"Los controles no fallaron, lo que si falló es que había personas que en vez de estar asistiendo gente estaban especulando cómo poder robar medicamentos para después utilizarlos", dijo Leonel Briozzo, director de Salud del Ministerio.

Las autoridades apuntaron la posibilidad de "utilizar cámaras que funcionarán como cajas negras del avión" para evitar que se den casos como este.

Para impulsar las investigaciones del caso, la Organización Panamericana de la Salud (OPS-OMS) acordó con las autoridades del MSP traer un experto para asesorar en temas de seguridad para los pacientes y otro que colabore en las auditorías a las unidades de cuidados especiales ordenadas por las autoridades.

Los dos enfermeros siguen en prisión y a la espera de que el juez presente formalmente las acusaciones que pesan sobre ellos, lo que se espera ocurra en las próximas horas.

Sus abogados defensores ya indicaron que centrarán su defensa en los posibles problemas psiquiátricos que pudieran padecer sus patrocinados.

De hecho, la abogada del acusado J.A.A, Inés Mazziotti, quien además es amiga personal del enfermero, reconoció que su patrocinado es "casi indefendible", ya que reconoció los hechos y se mostró muy arrepentido por lo sucedido.

"Si, me creí Dios, me equivoqué, lo hice porque no los podía ver sufrir más. Me equivoqué porque la vida de ellos no era la mía y me doy cuenta ahora de eso", dijo el acusado ante el juez durante su declaración, según relató su propia abogada.

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