Familia del corresponsal J. Rezaian pide su liberación tras 100 días detenido

  • La familia del corresponsal del Washington Post en Teherán, el iraní-estadounidense Jason Rezaian, pidió su liberación hoy, cuando se cumplen cien días de su detención sin que se hayan difundido los cargos.

Teherán, 30 oct.- La familia del corresponsal del Washington Post en Teherán, el iraní-estadounidense Jason Rezaian, pidió su liberación hoy, cuando se cumplen cien días de su detención sin que se hayan difundido los cargos.

"Durante más de diez años Jason ha escrito descripciones justas y honestas sobre la vida en Irán y ha trabajado duro para desarmar los conceptos erróneos que otras partes del mundo tienen sobre el país. Ahora ha estado detenido más de cien días sin cargos. ¿Por qué se silencia su voz?", dijo su madre, Mary Breme Rezaian, a Efe desde Turquía.

Breme asegura que su hijo, de 38 años, es "un periodista de la más alta integridad y una persona amable y decente".

"¿Qué mensaje está mandando Irán a un mundo que ya sospecha y desconfía de ese país?: Que Irán no es un país seguro", añade.

La madre del reportero lamenta "no haber hablado con él o tenido noticias de él en más de tres meses" y asegura estar "muy preocupada sobre su salud y bienestar", puesto que necesita medicación diaria para la tensión alta.

Su prolongada detención "hace daño a Jason, hace daño a su familia y, también, hace daño a Irán, un país que merece una mejor imagen que esta".

El periodista fue detenido junto a su esposa, la corresponsal del diario emiratí The National Yeganeh Salehí, el pasado 22 de julio, el mismo día que fueron detenidos una fotógrafa freelance que había trabajado para el Washington Post y su esposo.

Todos ellos tienen doble nacionalidad iraní y estadounidense (que Irán no reconoce) excepto Salehí, que está en trámites de la obtención del permiso de residencia y trabajo en Estados Unidos, país considerado enemigo por Irán y con el que no mantiene relaciones diplomáticas.

La fotógrafa y su esposo (que piden no ser identificados) fueron liberados semanas más tarde, mientras que Salehí fue puesta en libertad bajo fianza hace tres semanas y no ha hecho declaraciones sobre su situación ni las condiciones de su detención.

"Mi nuera ha sido liberada. Ya es hora, es más, ha pasado ya la hora de liberar a Jason", afirma Breme.

Teherán no reconoce la doble nacionalidad, por lo que no ha permitido a ninguno de los estadounidenses tener acceso a asistencia consular.

Las autoridades iraníes no han informado de los cargos que tienen contra los reporteros, pero varios medios ultraconservadores han apuntado a acusaciones de espionaje.

Una carta abierta firmada por la madre y el hermano de Jason, Alí Rezaian, y difundida hoy por el Washington Post, asegura que el periodista está recluido en una celda de aislamiento en la prisión de Evin, en el norte de Teherán, que acoge presos comunes y políticos.

"Si Irán tiene alguna prueba contra Jason, ¿por qué no lo han comunicado?. ¿Por qué no le acusan y le permiten que contrate a un abogado y se defienda?", pregunta la misiva.

Según Reporteros Sin Fronteras, Irán tiene en la actualidad 65 periodistas y blogueros detenidos, la mayoría acusados de delitos como "atentar contra la seguridad nacional", "hacer propaganda contra el Estado", "difundir falsedades" o "perturbar el orden público".

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