Florida ejecuta a un expolicía acusado de asesinar a nueve personas

  • Las autoridades del estado de Florida ejecutaron hoy al expolicía de Miami Manuel Pardo Jr. con una inyección letal tras ser condenado a la pena capital por asesinar a nueve personas, en su mayoría relacionadas con el tráfico drogas, arguyendo que eran "parásitos" y "no tenían derecho a vivir".

Miami (EE.UU.), 11 dic.- Las autoridades del estado de Florida ejecutaron hoy al expolicía de Miami Manuel Pardo Jr. con una inyección letal tras ser condenado a la pena capital por asesinar a nueve personas, en su mayoría relacionadas con el tráfico drogas, arguyendo que eran "parásitos" y "no tenían derecho a vivir".

Pardo, de 56 años, recibió el coctel mortal en la Prisión Estatal de Florida en Starke, en el norte del estado, tras agotar todas las apelaciones presentadas por sus abogados para que se suspendiera la ejecución, informó el Departamento de Prisiones del estado.

Según la policía, Pardo y un cómplice, Rolando García, asesinaron a seis hombres y tres mujeres, en 1986. El exagente tomó fotos de las víctimas y describió detalles de los hechos en un diario, además de coleccionar recortes de las informaciones sobre los casos publicadas en los periódicos.

"Ellos son parásitos y sanguijuelas y no tenían derecho a vivir. Alguien tenía que matar a esas personas", dijo el convicto durante su juicio realizado en un tribunal del condado de Miami-Dade, en 1988.

La mayoría de las víctimas eran personas que estaba involucradas en el tráfico de drogas, otra fue asesinada porque Pardo creyó que se trataba de informante federal que buscaba tenderle una trampa para que le arrestaran y también mató a un sacerdote de santería.

Durante su testimonio en el juicio, que rindió a pesar de que su defensa se opuso, Pardo dijo a los miembros del jurado que hubiera deseado haber asesinado a más personas, algo que afirmó disfrutaba y solicitó la pena de muerte.

"No soy un criminal. Soy un soldado. Como soldado, pido la pena de muerte. Cumplí mi misión", dijo.

Los asesinatos ocurrieron durante varios robos y estafas perpetrados por Pardo y García.

Las autoridades vincularon a Pardo, con los asesinatos cuando el acusado utilizó las tarjetas de créditos que había robado a las víctimas.

El prisionero, considerado por las autoridades como un asesino en serie, coleccionaba artículos relacionados con los Nazi, incluso su perro tenía tatuada una esvástica.

El reo, un exveterano de la Marina de EE.UU. condecorado, fue visitado hoy por 8 personas, entre familiares y amigos, y por 2 religiosos.

Pidió comida cubana como sus últimos alimentos: arroz blanco con frijoles rojos, chuletas de cerdo, masas de cerdo asadas, plátanos fritos, rebanadas de tomate y de aguacate con aceite, entre cinco y seis sobres de sal con cada comida, ponche de huevo, pastel de calabaza y café cubano.

El Departamento de Policía de Sweetwater, en el condado de Miami-Dade, lo expulsó luego de que en 1985, Pardo viajó a Bahamas para testificar a favor de un expolicía que afrontaba cargos por narcotráfico. En ese juicio, afirmó que el acusado y él eran agentes de la DEA.

Los abogados del condenado a muerte solicitaron la anulación de la condena con el argumento de que su cliente "no era apto para ser juzgado" y que "no se le había garantizado acceso al registro que involucraba su juicio", alegato que fue rechazado.

Los tribunales rechazaron las apelaciones en la que los abogados pidieron "clemencia" para su cliente y sostenían que el uso de la inyección letal y su ejecución era "inconstitucional" y un castigo cruel.

La archidiócesis de Miami, que se pronunció en contra de la ejecución, realizó hoy una vigilia en la catedral St. Mary y las oraciones fueron lideradas por el sacerdote Christopher Marino.

"Recurrir a la pena de muerte es cruel e innecesario. Las sociedades modernas tienen los medios para protegerse a sí mismas. No demostramos que matar es malo matando", dijo el arzobispo de Miami Thomas Wenski en un comunicado.

Wenski y seis obispos de Florida rechazaron el lunes la ejecución de Pardo alegando que están en contra de la "violencia" de ese método y pidieron cadena perpetua para el reo.

"Comprendiendo que Manuel Pardo Jr asesinó indebidamente a nueve personas en vez de seguir los medios legales para arrestar a quienes violan la ley, los obispos católicos de Florida siguen pronunciándose en contra de la violencia de la ejecución y suplican por la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional para el señor Pardo", dijeron en un comunicado.

Pardo se convirtió hoy en el reo número 74 en ser ajusticiado desde que se restableció esa pena en este estado en 1976, según datos del Departamento de Prisiones.

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