Las mejores frases del Papa Francisco en su discurso de la Epifanía

  • El Papa pone como ejemplo a los Reyes Magos que se abrieron al pobre, al desconocido, al extraño, al indefenso, para adorarlo".

    Herodes es el espejo del mundo de hoy. Un mundo con miedo, pagado de sí mismo, que esclaviza, encierra, humilla, tiraniza, la cultura del vencer a cualquier precio, de la seguridad 

Las mejores frases del Papa Francisco en su discurso de la Epifanía
Las mejores frases del Papa Francisco en su discurso de la Epifanía

El Papa ha puesto de ejemplo a los Reyes Magos como espejo para los hombres del mundo de hoy en su discurso en la misa de la epifanía. Lo ha hecho porque fueron capaces de adorar al débil, de abrir su mente y creer en algo nuevo, de tener humildad y no saciarse con el poder. No se adoraron a sí mismos. Francisco llama a la humanidad a salir de su encierro, del culto al poder y el dinero, a salir del miedo al otro. La enseñanza de los Reyes Magos a los hombres de hoy

"Los Reyes Magos reflejan la imagen de todos los hombres que en su vida no han dejado que se les anestesie el corazón".

"Los Reyes estaban abiertos a una novedad".

"Los Reyes Magos fueron a la periferia, a la frontera, a los sitios no evangelizados para poder encontrarse con su Señor".

"Ellos reflejan la imagen de todos los hombres que en su vida no han dejado que se les anestesie el corazón".

"Los magos sintieron nostalgia, no querían más de lo mismo. Estaban acostumbrados, habituados y cansados de los Herodes de su tiempo".

"Los magos pudieron adorar porque se animaron a caminar y postrándose ante el pequeño, postrándose ante el pobre, postrándose ante el indefenso, postrándose ante el extraño y desconocido Niño de Belén".Por qué el mundo necesita la nostalgia de Dios

"La nostalgia de Dios nos saca de nuestros encierros deterministas, esos que nos llevan a pensar que nada puede cambiar".

"Es la actitud que rompe aburridos conformismos e impulsa a comprometernos por ese cambio que anhelamos y necesitamos"

"Tiene su raíz en el pasado pero no se queda allí: va en busca del futuro".Herodes, como ejemplo del poderoso de hoy y del desconcierto del mundo

"Herodes tuvo miedo, quedó desconcertado.  Dormía bajo la anestesia de una conciencia cauterizada".

"Es el desconcierto que, frente a la novedad que revoluciona la historia, se encierra en sí mismo, en sus logros, en sus saberes, en sus éxitos.

"Es el desconcierto de quien está sentado sobre su riqueza sin lograr ver más allá".

"Es el desconcierto que brota del corazón de quién quiere controlar todo y a todos".

"Es el desconcierto del que está inmerso en la cultura del ganar cueste lo que cueste"

"Es la cultura que sólo tiene espacio para los vencedores y al precio que sea".

"Es un desconcierto que nace del miedo y del temor ante lo que nos cuestiona y pone en riesgo nuestras seguridades y verdades".

"Y Herodes tuvo miedo, y ese miedo lo condujo a buscar seguridad en el crimen".Los Reyes Magos supieron a quién debían adorar y por qué

"Es de esperar que el rey sea venerado, temido y adulado, sí; pero no necesariamente amado".

"Esos son los esquemas mundanos, los pequeños ídolos a los que le rendimos culto: el culto al poder, a la apariencia y a la superioridad. Ídolos que solo prometen tristeza y esclavitud".

"Lo que ellos buscaban no estaba en el palacio sino que se encontraba en otro lugar, no sólo geográfico sino existencial".

"Un Dios que quiere ser amado, y eso sólo es posible bajo el signo de la libertad y no de la tiranía".

"Este Rey desconocido pero deseado no humilla, no esclaviza, no encierra"

"La mirada de Dios levanta, perdona, sana".

"Dios ha querido nacer allí donde no lo esperamos, donde quizá no lo queremos. O donde tantas veces lo negamos".

"En la mirada de Dios hay espacio para los heridos, los cansados, los maltratados y abandonados: que su fuerza y su poder se llama misericordia".

"Qué lejos se encuentra, para algunos, Jerusalén de Belén".

"Herodes no puede adorar porque no quiso y no pudo cambiar su mirada".

"No quiso dejar de rendirse culto a sí mismo creyendo que todo comenzaba y terminaba con él. No pudo adorar porque buscaba que lo adorasen".

"Los sacerdotes tampoco pudieron adorar porque sabían mucho, conocían las profecías, pero no estaban dispuestos ni a caminar ni a cambiar".

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