Fuster: Sin promoción de la salud la atención sanitaria será insostenible

  • El cardiólogo Valentín Fuster cree que si no se apuesta por la promoción de la salud, la atención sanitaria será "insostenible", aunque también reconoce que cambiar el estilo de vida de una sociedad que no acepta su vulnerabilidad es un reto "muy difícil" al que propone enfrentarse con "positivismo".

Santander, 5 jun.- El cardiólogo Valentín Fuster cree que si no se apuesta por la promoción de la salud, la atención sanitaria será "insostenible", aunque también reconoce que cambiar el estilo de vida de una sociedad que no acepta su vulnerabilidad es un reto "muy difícil" al que propone enfrentarse con "positivismo".

Para el director del Centro de Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Instituto Cardiovascular del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, tiene que producirse una transición "muy clara", que ya ha decidido la economía, hacia un modelo en el que la prevención ocupe el primer plano.

Valentín Fuster, que ha hecho estas reflexiones en Santander, en el acto de presentación del eje de Biotecnología y Salud de la conferencia de inversores "Invercantabria", ha señalado que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo, hasta el punto de que se han convertido "en una epidemia".

Pero, al contrario de lo que a veces se piensa, no es solo una epidemia que sacuda a los países desarrollados sino también, y en mayor medida, a los pobres, donde se conservan los alimentos con sal, se come más barato y peor y, a donde, además, se han mudado las tabaqueras desde los países ricos, ha explicado.

En las últimas tres décadas se vive, de media, seis años más en los países desarrollados, lo que ha multiplicado, y sigue multiplicando, el gasto en tratamientos para las enfermedades cardiovasculares, un aumento "insostenible" que obliga, en su opinión, a apostar por la promoción de la salud.

La hipertensión, la obesidad, el colesterol, el tabaco, la falta de ejercicio físico y una mala nutrición son los factores de riesgo en la enfermedad cardiovascular. Fuster no ha citado los genes en la lista con el argumento de que estas patologías no existían hace 300 años aunque la genética decida quien, entre cien fumadores, sufrirá un informe de corazón o cerebro, ha apuntado.

"Esto es una enfermedad de la conducta humana", ha sentenciado el cardiólogo español, quien dirige un proyecto de promoción de la salud en Bogotá que ha dejado claro que hay que apostar fuerte por educar en salud entre los 4 y los 6 años.

Fuster ha descubierto con este programa, que empezó hace cuatro años y se desarrollará durante dos décadas, que el impacto que tienen los niños en la conducta de los padres es mayor que el que estos tienen en la de sus hijos. Además ese impacto se está notando también en la escuela, donde, por ejemplo, se ha empezado a dejar de consumir bebidas azucaradas.

En los preadolescentes y adolescentes la receta, en su opinión, es inculcar "positividad" frente al "escepticismo" pero el mayor problema son las personas adultas, que no cambian tan fácilmente su estilo de vida, aunque se les muestre, como en una de sus investigaciones, una imagen de lo obstruidas que están sus arterias.

"Cambiar el estilo de vida de una sociedad es dificilísimo pero donde hay un problema hay una oportunidad", sostiene, sin embargo, Valentín Fuster.

Con esa misma filosofía positiva, el cardiólogo ha puesto también en marcha un proyecto en un pueblo catalán, Cardona, de 3.000 habitantes, con el que está demostrando que los adultos necesitan de la ayuda de otros adultos para cambiar sus hábitos de vida, un reto "duro" pero no imposible.

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