Gordillo, de maestra rural a líder del mayor sindicato de América Latina

  • Elba Esther Gordillo, la política más poderosa de México, capaz de hacer inclinar la balanza hacia un partido o un candidato, es admirada y temida a la vez por el control que tiene del sindicato de maestros, el más grande de América Latina, pero para algunos está en el atardecer de su carrera.

Gerardo Tena

México, 13 jul.- Elba Esther Gordillo, la política más poderosa de México, capaz de hacer inclinar la balanza hacia un partido o un candidato, es admirada y temida a la vez por el control que tiene del sindicato de maestros, el más grande de América Latina, pero para algunos está en el atardecer de su carrera.

Es una líder de 1,7 millones de maestros que despacha en una oficina de un lujoso edificio en el barrio residencial de Polanco, en ciudad de México. En su biblioteca hay obras de Marx, Gramsci, Nietzche, biografías de Fidel Castro y de Ernesto "Che" Guevara, además de numerosos textos de sociología.

También hay obras sobre Eva Perón, una figura política a la que admira y de la que tiene una fotografía entre sus libros. En una de la paredes tiene una foto donde aparece al lado de Gabriel García Márquez y en otro punto de la oficina una imagen donde la saluda de beso el presidente Felipe Calderón, del que ahora se ha distanciado.

Gordillo, que viste de forma impecable, critica a quienes tienen de ella "una visión miserable" por sus atuendos, en los que incluye bolsos y aretes de diseñador, y no la esencia de "su lucha política por la democratización del país".

"La Maestra", como se le llama popularmente, reconoce el poder que le otorga dirigir a un sindicato, del que la prensa dice que le aporta en cuotas 10 millones de dólares al mes.

Esta líder se ríe cuando se le menciona esa cifra y afirma que "sería ideal" que fuera verdad, al tiempo que asegura que en un futuro el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) abrirá a escrutinio sus cuentas, pero no bajo presión.

Orgullosa del SNTE, dice que su poder se basa en que es un sindicato integrado por gente "que sabe leer y escribir, politizado, vigoroso", y dirigirlo "exige valor".

Atribuye a su larga trayectoria y a su condición de mujer los desafectos que hay en su contra y sostiene que ha tocado intereses que se oponen a la democratización del país, lo mismo los radicales de izquierda que los de derecha.

A Gordillo se le considera pieza clave en el apretado triunfo de Felipe Calderón en las elecciones presidenciales de 2006 y apenas ahora ella ha desvelado que pactó con el entonces candidato del conservador Partido Acción Nacional (PAN).

Analistas afirman que estas revelaciones fueron una defensa a supuestos planes desde el Gobierno de provocar su caída.

Gordillo admite en una entrevista con Efe que es blanco de una campaña de desgaste, pero asegura que a la fuerza no la van a jubilar, que ese privilegio corresponde al sindicato y a ella misma.

También señala que esa campaña de desgaste es producto de su trayectoria política en la que ha cosechado enemistades por sus "posiciones democráticas" para exigir reformas estructurales, del Estado, la educación y políticas.

Amiga de políticos e intelectuales, Gordillo fue una humilde maestra rural en su natal Chiapas, sur de México, desde donde escaló hasta el liderazgo del SNTE en 1989, en una carrera paralela a su militancia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó durante siete décadas hasta el 2000 cuando fue derrotado en la urnas por el PAN.

Durante un tiempo fue acusada del asesinato de un líder sindical, pero asegura que ella misma se presentó ante las autoridades para "aclarar las cosas".

"La maestra ha concentrado más poder que nadie en este país fuera del Estado, pero protegido por él. Tiene solo dos parangones: Carlos Slim (el más rico del mundo) y Televisa", dijo recientemente de ella su amigo el excanciller Jorge Castañeda.

Además de dirigir al sindicato de maestros, controla al Partido Nueva Alianza (PANAL), del que su hija Mónica Arriola Gordillo es secretaria general, pero "La Maestra" asegura que ella no quiere ser candidata presidencial ni aspira a ningún puesto de elección popular.

También señala que para las elecciones presidenciales de 2012 "no quiere jugar con muchos" posibles candidatos, en relación a que estaría apoyando a Enrique Peña Nieto, del PRI, al izquierdista Marcelo Ebrard o al ministro de Hacienda, Ernesto Cordero.

"La Maestra" dice sentirse fuerte y que las campañas en su contra no la debilitan ni en su ánimo ni en sus convicciones.

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