San Sebastián, 20 jul.- Los dueños de los perros de Hernani (Guipúzcoa) pueden tomarse un respiro, ya que el nuevo equipo de gobierno de Bildu ha decidido suspender temporalmente la medida de hacer pruebas de ADN a los excrementos caninos abandonados en la calle para sancionar a los vecinos que no recojan las cacas de sus animales.
Esta medida, adoptada por el anterior gobierno municipal, liderado también por la izquierda abertzale, se incluía en la nueva ordenanza municipal que regulaba la tenencia de animales en Hernani, que fue aprobada el pasado mes de abril en un pleno con los votos a favor de ANV y de EB, y la oposición del resto de partidos.
De esta manera, los dueños de los perros que residen en Hernani tenían que costear y someter a sus mascotas a unas pruebas obligatorias de ADN con las que el Ayuntamiento pretendía cotejar los excrementos abandonados en las calles.
La Policía Municipal sería la encargada de tomar una muestra de la caca abandonada, siguiendo un protocolo de recogida establecido por el banco de ADN de la Universidad del País Vasco, que sería después analizada y cotejada con las muestras existentes.
Todos los gastos ocasionados para la identificación del can correrían a cargo del propietario infractor, que debería además abonar una multa de entre 60 y 300 euros, idéntica a la que se impondría a los ciudadanos que se negaran a hacer las pruebas de ADN a sus mascotas.
El Ayuntamiento de Hernani ha rehusado hoy pronunciarse sobre la suspensión temporal de este procedimiento a la que sí ha aludido la portavoz del PSE/EE en el consistorio, Estefanía Morcillo, quien ha solicitado la retirada "definitiva" de la medida.
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