Hollande ve contestada su decisión sobre joven kosovar en todos los frentes

  • El presidente de Francia, François Holland, ha visto cómo su decisión de permitir el regreso a la alumna gitana deportada Leonarda Dibrani -pero no ha su familia- ha sido contestada en todos los frentes, incluido su propio partido.

París, 20 oct.- El presidente de Francia, François Holland, ha visto cómo su decisión de permitir el regreso a la alumna gitana deportada Leonarda Dibrani -pero no ha su familia- ha sido contestada en todos los frentes, incluido su propio partido.

Dibrani, de 15 años, fue detenida el pasado 9 de octubre durante una excursión escolar para, posteriormente, ser deportada a Kosovo, y la polémica surgida por esa medida hizo que Hollande rectificara y asegurara ayer que, aunque la expulsión fue conforme a la ley, se va permitir la vuelta de la joven, pero no la de sus padres y hermanos.

El presidente de la conservadora UMP, Jean-François Copé, declaró hoy en la cadena "BFM TV" que esa decisión, además de fomentar el alza del ultraderechista Frente Nacional (FN), ha golpeado "de forma terrible" la autoridad del Estado.

"Y no hay ninguna humanidad por parte de un hombre, que además es padre de familia, que piensa en separar a una niña de sus padres", indicó el representante del principal partido de la oposición, para quien Hollande ha pecado de "impericia".

Un día antes de que las autoridades tomaran esa decisión, la presidenta del FN, Marine Le Pen, ya había subrayado que esa familia "evidentemente no tenía nada que hacer en Francia", y que la dimensión que había tomado el caso reflejaba "la ruptura total entre las preocupaciones de la casta en el poder y aquellas del pueblo".

"Es hora de que la lucha contra la inmigración clandestina se emprenda finalmente en nuestro país, tras años de giros innecesarios por parte de Nicolas Sarkozy y de Manuel Valls", indicó Le Pen en esa nota, en la que abogaba por la disolución del espacio de Schengen y la vuelta a las fronteras nacionales.

Este caso, según añadió hoy en la emisora "Europe 1" el presidente del centrista MoDem, François Bayrou, "ha sido mal gestionado desde un punto de vista político", lo que ha debilitado la autoridad de Hollande y ha perjudicado "a todos sus actores".

En caso de haber estado en su piel, Bayrou insistió en que habría mantenido la orden de expulsión porque el informe encargado a la inspección general de la Administración demostró que fue conforme a la ley.

Para los ecologistas, además, limitar el regreso a Leonarda y no a toda su familia, oferta rechazada por la propia afectada, es una decisión "indignante e incomprensible", que les hace reclamar, en nombre de la convención internacional de derechos humanos, que se permita la vuelta a todos.

En el bando socialista no han faltado tampoco los reproches, y su primer secretario, Harlem Désir, ha subrayado que esa concesión debería incluir también a los padres y a los cinco hermanos.

"Las críticas no me afectan y para nada me siento aislado", dijo hoy en el dominical "Journal Du Dimanche" el ministro del Interior, Manuel Valls, subrayando que la polémica surgida no le va a hacer "cambiar de rumbo" a la hora de aplicar la política de inmigración.

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