Hoy se celebra el día nacional del daño cerebral adquirido, que afecta a unas 420.000 personas en españa


Este sábado se celebra el Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido, una fecha que los afectados aprovechan para pedir el fin de los recortes y un plan de atención "que defina con claridad los modelos de recursos, los protocolos de derivación y las necesidades a nivel territorial".
Ese plan ha de concebir correctamente el daño cerebral y entender que debe afrontarse "como un todo interdisciplinar, protocolizado y dimensionado adecuadamente", indicó a Servimedia Amalia Diéguez, presidenta de la Federación Española de Daño Cerebral (Fedace).
En su opinión, la clave está en conseguir una buena coordinación entre lo social y lo sanitario, esferas entre las que los afectados "deambulan ahora con mucha dificultad". Esos afectados son, atendiendo a cifras de 2008, unos 420.000 en España.
En cuanto a los recortes, la presidenta de la federación señaló que están afectando tanto a las entidades que agrupan a usuarios y familiares como a los propios enfermos, de manera individual, que, en algunos casos, "están desesperados y buscando socorro".
RECORTES
A este respecto, el manifiesto elaborado por la entidad con motivo de este día apunta que "los recortes aplicados en sanidad y servicios sociales no contribuirán a salir de la crisis si es a costa de agravar y cronificar nuestra desprotección".
El texto reclama, además del plan de atención, continuidad en los tratamientos, que se implante la figura del gestor de casos para orientar a afectados y familiares en la consecución de los recursos y servicios más indicados en cada momento y que se eliminen las barreras que encuentran las personas con daño cerebral adquirido a lo largo de su vida.
"Teniendo en cuenta que el cerebro controla todas las funciones vitales, vivir con daño cerebral adquirido supone vivir con alteraciones de la conciencia, de la movilidad, de la comunicación, de los sentidos, de la memoria, de la atención, de las emociones, de la personalidad...", detalla el manifiesto para explicar los problemas a los que se enfrentan estas personas cada día.
Y prosigue: "La variedad y la mezcla de estas secuelas, unida a la forma repentina y brusca en que aparece la lesión y el impacto que produce en la familia, es lo que nos convierte en un colectivo específico con necesidades de tratamiento especializado para rehacer nuestro proyecto de vida".
El documento hace también un guiño al papel desempeñado por las familias: "En estas circunstancias", dice, la familia "se convierte en el principal o único apoyo para nuestra supervivencia", si bien no siempre está preparada para afrontar la nueva situación, algo que, por otra parte, "no le corresponde".

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