DÍA ALZHEIMER. UNA INVESTIGACIÓN CONCLUYE QUE LAS VARIABLES GENÉTICAS NO SON RELEVANTES PARA PREDECIR LA ENFERMEDAD

Un estudio en el que participa la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha analizado varios biomarcadores (indicadores del organismo que están alterados cuando existe una patología) y ha determinado que las variables genéticas son las menos relevantes a la hora de predecir la enfermedad. La reserva cognitiva (medida según el nivel educativo y el tipo de actividad laboral del paciente) tampoco es importante para el diagnóstico.
“Algunos test neuropsicológicos, el volumen del hipocampo y la actividad magnética cerebral tienen una capacidad predictiva muy alta para predecir el desarrollo del alzhéimer en dos años, desde una fase de deterioro cognitivo leve, con un 100% de sensibilidad y un 94,7% de especificidad”, explicó María Eugenia López, investigadora del Laboratorio de Neurociencia Computacional y Cognitiva de la UCM y autora principal del estudio.
Durante dos años, los científicos realizaron un seguimiento a 33 pacientes con deterioro cognitivo leve del Hospital Universitario San Carlos (Madrid). A todos ellos les sometieron a distintas pruebas y evaluaron su estado clínico cada seis meses. La edad oscilaba entre los 65 y 85 años.
DOS AÑOS DE SEGUIMIENTO
Los participantes fueron divididos en dos grupos en función de su estado cognitivo: el estable, formado por 21 participantes que seguían con el diagnóstico de deterioro cognitivo leve tras dos años de seguimiento, y el progresivo, compuesto por 12 personas que reunieron los síntomas de una posible enfermedad de Alzheimer a lo largo del período de estudio.
“Es necesario tener marcadores lo más precisos posible porque van a proporcionar información esencial tanto en el diagnóstico como en la predicción de la enfermedad”, afirmó López.
El estudio, publicado en 'Journal of Alzheimer’s Disease' y en el que también ha participado la Universidad de las Islas Baleares, es uno de los pocos que incluye la magnetoencefalografía (MEG) como herramienta para obtener información precisa sobre la actividad cerebral.
“Es verdad que se necesitarían más estudios de progresión, pero somos uno de los pocos grupos en el mundo que estudiamos los patrones de actividad magnética cerebral en envejecimiento tanto sano como patológico”, destacó la investigadora.

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