Investigadores creen que España volverá al vagón de cola en investigación

  • Santa Cruz de Tenerife.- España volverá al vagón de cola de la investigación científica europea si se desmonta el sistema de consolidación del programa Ramón y Cajal por medio del cual regresaron a este país los mejores investigadores, en opinión de astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

Investigadores creen que España volverá al vagón de cola en investigación
Investigadores creen que España volverá al vagón de cola en investigación

Santa Cruz de Tenerife.- España volverá al vagón de cola de la investigación científica europea si se desmonta el sistema de consolidación del programa Ramón y Cajal por medio del cual regresaron a este país los mejores investigadores, en opinión de astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

Durante una entrevista a Efe, cinco de los once astrónomos del IAC que regresaron a España para acogerse al programa Ramón y Cajal, con el compromiso de que serían contratados al cabo de cinco años si demostraban su valía, recordaron que ellos ya han hecho lo que se pide a los jóvenes que hagan ahora, irse al extranjero.

En la entrevista participaron Javier Licandro, Begoña García, Jesús Falcón, Ignacio Trujillo, Enric Pallé y César González, para quienes es una contradicción que desde el Gobierno español se hable de cambiar el modelo productivo por uno basado en el conocimiento y la innovación y, sin embargo, se haga todo lo contrario,recortar en investigación.

Cada año España contrata unos 250 nuevos investigadores que se acogen al programa Ramón y Cajal. Consolidar a estos investigadores tendría para el Estado un coste de unos doce millones y medio anuales, algo irrisorio dentro del presupuesto del Ministerio de Ciencia e Innovación, opinan.

Para los centros, contar con los Ramón y Cajal también es una ventaja, comentan, si se tiene en cuenta que sólo los del IAC han conseguido proyectos por valor de unos cuatro millones, que dejarán en este centro en torno a los 800.000 euros.

Reconocen que con la crisis económica podría ser preciso recortar proyectos, aplazarlos, pero no eliminarlos, que es lo que, aseguran, sucederán cuando los científicos del programa Ramón y Cajal se queden en la calle.

Los investigadores quieren dejar claro que no piden plazas con sus nombres, sino que se convoque un número de plazas equivalente a las comprometidas en las convocatorias Ramón y Cajal, y que cualquier científico se presente, algo que depende de los ministerios de Ciencia e Innovación y de Administraciones Públicas.

Para ellos es indignante que el Gobierno español se haya comprometido a sacar plazas para los investigadores que se acogieron a este programa apostandopor la ciencia en España y que ahora, tras evaluarlos cada dos años, no cumpla el compromiso.

No entienden que el Gobierno español tenga un discurso de compromiso para con la ciencia y a la vez no cumpla su compromiso, y critican que menos del 50 por ciento de los investigadores del programa Ramón y Cajal que están a punto o han terminado sus contratos de cinco años estén estabilizados.

Antes de regresar a España atraídos por el programa Ramón y Cajal, muchos de estos científicos tenían estabilidad laboral en el extranjero, donde han estado al menos cinco años investigando, y ahora.

Afirman que si ahora se quedan sin trabajo, también se perderá la confianza en España porque nadie volverá a creerse ningún tipo de compromisos.

Para estos investigadores es contradictorio que se hayan gastado más de cien millones de euros en construir e instalar en la isla de La Palma el Gran Telescopio Canarias (Grantecan) y ahora se vayan a la calle quienes trabajan con los datos que se obtienen con esa infraestructura.

Así, preguntan de qué sirve tener grandes instalaciones si no hay personal cualificado y con continuidad suficiente para sacarles el máximo rendimiento, y opinan que es absurdo echar a la gente con experiencia.

También creen que puede haber cierta falta de miras por parte de la clase política que dirige los destinos de la ciencia española, pues se da mucha importancia a la innovación, pero no a la investigación y al desarrollo, y sin las dos últimas un país está abocado al fracaso, afirman.

La innovación da empleo con rapidez pero sin investigación y sin desarrollo no habrá sobre lo que innovar, dicen, y añaden que cuando desde las altas instancias del Gobierno español se habla de reducir gastos alguien debería decir que sí, pero discriminando por áreas.

Así, explican que si se quita a un investigador de su puesto de trabajo, cuando acabe la crisis no se podrá poner a otra persona en su lugar, porque el anterior se habrá llevado al extranjero su experiencia, y además habría que volver a empezar a formar durante otros quince años para estar en el nivel actual.

Además, está el problema personal de cada uno de ellos, que apostaron por España basados en un compromiso de estabilidad laboral y ahora, una vez que tienen familia se quedarán sin trabajo o tendrán que marchar de nuevo al extranjero.

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