Un jurado popular juzgará al acusado de decapitar a un vecino en Huelva

Un tribunal con jurado popular será el encargado de juzgar a M.J.N.R., el hombre apodado 'el mexicano', acusado de decapitar a un vecino y  de pasear por la calle con la cabeza metida en una bolsa hasta dejarla junto a un contenedor, el pasado 31 de octubre en la capital onubense. El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Huelva, en un auto al que ha tenido acceso Efe, acuerda incoar juicio con jurado contra esta persona por un delito de asesinato.

Señala el juez que en el presente caso y a efectos de la incoación del procedimiento del Tribunal del Jurado, resulta verosímil la conclusión que atestado e informes periciales arrojan, resultando de los mismos que el día 29 de octubre de 2020 el acusado acudió después de comer al domicilio de la víctima C.J.M.R., siendo ambos amigos, y pasaron la tarde en el citado domicilio consumiendo cerveza y posiblemente sustancias estupefacientes.

En una hora no determinada pero comprendida entre las 20:00 y las 21:00 horas, ambos mantuvieron una discusión; una vez se habían apaciguado, el acusado no se quedó conforme por lo que en el momento en que su amigo se dirigió al frigorífico para coger una cerveza fue detrás de él, cogió el esqueleto de hierro de un calentador desmontado que estaba en el suelo de la cocina y por la espalda le golpeó violentamente en la cabeza con el referido objeto, causándole la muerte inmediata.

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Seguidamente, trasladó el cadáver a la habitación del fondo de la casa y procedió a decapitarlo utilizando un cuchillo de cocina de mango negro, con una hoja de unos 20 centímetros de longitud. Fue dos días después, el 31 de octubre, cuando se paseó por distintas calles de la ciudad con la cabeza metida en una bolsa de plástico hasta que la depositó en un contenedor; hecho del que se percataron dos personas y dieron aviso a la Policía. El acusado fue detenido ese mismo día sobre las 22.00 horas.

Dichos hechos, según el auto del juez, adelantado por el digital huelva24.com, revisten por ahora y sin perjuicio de ulterior calificación, los caracteres de un delito de asesinato que es de los atribuidos a la competencia del Tribunal del Jurado.

La competencia objetiva del Tribunal del Jurado se reduce a la lista de delitos contenida en el artículo 1 de su Ley reguladora: se trata de los delitos de homicidio, amenazas, omisión del deber de socorro, allanamiento de morada, infidelidad en la custodia de documentos, cohecho, tráfico de influencias, y malversación, entre otros.

Los indicios de autoría y la verosimilitud del hecho vienen dados no sólo por la propia confesión del investigado sino por un reguero de pruebas físicas y vestigios que fueron obtenidos tanto en el domicilio del finado -donde aparecieron las dos armas preparadas para su traslado, tanto el calentador como el cuchillo- como fuera de él, pues fue sorprendido por dos testigos portando la cabeza.

E incluso obran en los autos judiciales DVD con vídeos y fotografías en las que se le identifica, con claridad, portando la bolsa en cuyo interior estaba la cabeza, llegando a exhibirla a una testigo para "gastarle una broma", según refirió él mismo.