La acusación solicita de nuevo cadena perpetua para "Carlos" en apelación

  • La acusación requirió hoy en París la cadena perpetua para el terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, "Carlos" por cuatro atentados mortales cometidos por su grupo en Francia en 1982 y 1983, la misma pena a la que fue condenado en primera instancia hace dos años y medio.

París, 24 jun.- La acusación requirió hoy en París la cadena perpetua para el terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, "Carlos" por cuatro atentados mortales cometidos por su grupo en Francia en 1982 y 1983, la misma pena a la que fue condenado en primera instancia hace dos años y medio.

De confirmarse esa sentencia, que está previsto que se dicte el próximo miércoles, sería la segunda condena a perpetuidad contra "Carlos" en Francia, donde está encarcelado desde que fuera capturado en Sudán en agosto de 1994 en una operación de los servicios secretos.

Los dos fiscales del Tribunal de lo Criminal de París también reclamaron que "Carlos" cumpla un mínimo de 18 años entre rejas antes de poder solicitar cualquier beneficio penitenciario, la máxima pena que contempla la legislación francesa para los delitos por los que está imputado, en particular complicidad en asesinato con la agravante de terrorismo.

"Se debe subrayar su extrema peligrosidad", señaló Jean-François Ricard, que puso también el acento en la "inhumanidad total" que ha demostrado, una vez más, en este juicio en apelación iniciado el pasado 13 de mayo.

Ricard, como su colega Julien Eyraud, durante las más de ocho horas de su requisitoria se esforzaron en demostrar que Ramírez Sánchez, como responsable de la organización autora de los cuatro atentados -al que incluso daba nombre, puesto que se conocía como "el grupo de 'Carlos'"- era quien por encima de todos se encargaba de concebirlos, decidirlos o establecer las tareas de cada uno.

Ricard no sólo hizo hincapié en "la gravedad excepcional de esos crímenes" sino en que con ellos "se intentó aterrorizar a un país" al que se quiso doblegar mediante lo que el mismo acusado denominó "una guerra privada contra Francia".

El comienzo de esa contienda -según el análisis de este fiscal- fue la carta que el venezolano envió el 25 de febrero de 1982 al entonces ministro francés de Interior, Gaston Deferre, nueve días después del arresto en París de la mujer del terrorista venezolano, Magdalena Kopp, y de Bruno Breguet, que formaban parte de la misma estructura terrorista.

En la misiva, daba 30 días al Gobierno francés para que liberara a Kopp y Breguet y al cabo de ese plazo, el 29 de marzo de 1982, se produjo el primero de los cuatro atentados juzgados, la explosión de una bomba en una maleta que había sido colocada en el tren Capitole que cubría el trayecto París-Toulouse, y que causó la muerte a cinco personas y heridas a una treintena.

El representante del Ministerio Público añadió que la segunda acción se produjo en una calle adyacente a la avenida de los Campos Elíseos de París el mismo día -22 de abril de 1982- y a la misma hora -las nueve de la mañana- del inicio en esa ciudad del juicio contra Kopp y Breget.

Allí, en la calle Marbeuf, murió una mujer y 66 personas resultaron heridas a causa de la onda expansiva de un coche bomba que había sido aparcado junto al edificio donde estaba ubicado "Al Watan Al Arabi", un diario árabe al que "Carlos" tenía en su visor y que había sido objeto de otro ataque con explosivos unos meses antes.

Los otros dos atentados se produjeron el mismo día -el 31 de diciembre de 1983- y con pocos minutos de diferencia con sendas bombas, una en un tren que había salido de Marsella y la segunda precisamente en la estación en la que había iniciado su recorrido el convoy en dirección a Valenciennes.

Tres viajeros fallecieron y una docena resultaron heridos, mientras en la estación Saint Charles las víctimas mortales fueron dos y los heridos 34.

Eyraud recordó que el juicio ha servido para mostrar cómo hubo ayudas e intercambios entre la organización terrorista ETA y el grupo de "Carlos", entre otras "por razones financieras".

Los representantes del Ministerio Público reclamaron 20 años de cárcel para la segunda encausada, la alemana Christa Frohlich, que está siendo juzgada en su ausencia -no ha querido arriesgarse a acudir desde su país, donde vive- y que fue absuelta en primera instancia en diciembre de 2011.

La acusación considera que está demostrada la complicidad de Frohlich en el atentado de la calle Marbeuf de París porque fue ella la que alquiló el coche bomba en la entonces Yugoslavia, lo trasladó y lo entregó a quien lo colocó, cargado de explosivos, en el lugar donde estalló.

El proceso continúa mañana con los alegatos de los abogados de la defensa, tras los que se dará la última palabra a Ramírez Sánchez antes de que el tribunal se retire a deliberar y haga pública su sentencia, probablemente el miércoles.

Mostrar comentarios