La autoinmolación se pone de moda para protestar en el Tíbet

  • Recientemente dos adolescentes tibetanos, ambos monjes, se prendieron fuego a sí mismos en un templo budista de Sichuán. Con ellos ya son siete los tibetanos que este año se han quitado la vida de igual modo. Tenzin Dorjee, director ejecutivo de Estudiantes de Nueva York para el Tíbet Libre, arroja algo de luz sobre el asunto.
En la mente de un monje budista tailandés, nada puede preocupar más que el daño que recibe un hermano.
En la mente de un monje budista tailandés, nada puede preocupar más que el daño que recibe un hermano.
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Emily Lodish | GlobalPost

Entrevista a Tenzin Dorjee, director ejecutivo de la plataforma Estudiantes de Nueva York para el Tíbet Libre.

Desde marzo de este año, siete monjes se han quemado a lo bonzo en señal de protesta por la ocupación del Tíbet por parte de China. ¿Qué opina sobre esta tendencia creciente?

La auto-inmolación es prácticamente desconocida en la sociedad tibetana. En realidad, nunca había sucedido antes, salvo en La India, en 1998, cuando  un anciano tibetano, un antiguo monje en el exilio, se quemó vivo durante una huelga de hambre organizada por el Congreso Juvenil Tibetano en Delhi.

Pero nunca había sucedido en el Tíbet, ni siquiera durante la invasión de China en la década de 1950 o durante la Revolución Cultural en la década de 1970. Hasta marzo de 2009, cuando un monje de unos 20 años se prendió fuego en el monasterio de Kirti. Tuvo un impacto profundo en la psique de los tibetanos.

Ahora en lo que va de año, siete monjes se han auto-inmolado en lo que claramente son actos muy, muy políticos dirigidos al gobierno chino. Se trata de jóvenes monjes en la flor de su vida, por lo que es la declaración política más fuerte posible para exigir la libertad para el Tíbet.

¿Por qué esta tendencia emerge ahora? ¿Qué ha cambiado recientemente?

Está claro, porque China ha intensificado su represión en el Tíbet.

Desde 2008, el número de tropas chinas en lugares como el país Ngaba (Aba en chino), que es donde se encuentra el monasterio Kirti, se ha disparado. A menudo, el número de efectivos es superior al número de tibetanos. Hay puestos de control en las esquinas y cámaras de vigilancia en ambos lados de la calle. Han convertido al Tíbet en una zona de guerra.

El gobierno chino decidió tomar medidas enérgicas contra el monasterio de Kirti, porque muchos de sus monjes participaban en manifestaciones pacíficas. Las autoridades chinas comenzaron las sesiones de reeducación que, literalmente, tratan de cambiar la psicología de los monjes. Ellos les están obligando a denunciar al Dalai Lama, que es una de las cosas más difíciles que puede hacer un monje, ya que es su maestro.

En la creencia budista, si tú rompes la relación con tus maestros, entonces rompes tu relación con el "drama", condenándote a ti mismo a la ignorancia durante el resto de tu vida.

Hasta hace poco, había alrededor de 2.500 monjes en el monasterio de Kirti. Fue uno de los principales centros de aprendizaje y educación. Ahora, la policía china ha hecho redadas en este lugar y ha enviado a muchos monjes de regreso a sus hogares.

Durante el verano, arrestaron a 300 monjes y les enviaron a un centro de detención. Esos monjes siguen desaparecidos. El número de monjes en el monasterio se ha reducido a 400.

Hoy en día, estamos oyendo que hay más de 100 funcionarios del gobierno chino apostados en el monasterio, observando y vigilando todo. También están planeando la construcción de cuatro sub-estaciones de policía dentro del monasterio.

¿Qué indica esta tendencia?

Los tibetanos han llegado a un punto de ruptura, y los tibetanos no se rompen fácilmente. Lugares como el Hospital Bellevue de Nueva York que investiga los casos de trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés) se sorprenden constantemente de que los refugiados tibetanos - después de cruzar el Himalaya con los soldados chinos persiguiéndoles – son resistentes a sufrir traumas, probablemente gracias a la fuerza que sacan de las enseñanzas budistas.

El creciente número de auto-inmolaciones significa que la brutalidad de China ha aumentado a un grado tal que ni siquiera los tibetanos pueden soportarlo más.

En algunas religiones, he oído que hay incentivos para los mártires. Pero no es el caso del budismo que, en general, prohíbe que la gente quite la vida, incluso la suya propia. No hay ningún incentivo religioso por quemarse vivo, pero aún así la gente lo está haciendo. La situación ha ido más allá de lo político o lo religioso, se ha convertido en un grito desesperado.

¿Cree que esta tendencia va a continuar?

Lo último que hemos escuchado, los carteles colocados en Kirti, diciendo que si el gobierno chino no retira a sus tropas y a los oficiales del monasterio, entonces estarían dispuestos a cometer más actos extremos. Es muy probable que veamos más incidentes de este tipo si continúa el domino de China sobre el Tíbet. 

¿Funcionará?

En este momento, la intervención internacional se hace muy necesaria, un enfoque multilateral y coordinado para tratar con el gobierno chino es probablemente lo único que puede salvar las vidas tibetanas.

Los chinos siempre tratan de utilizar el factor económico para disuadir las críticas. Si más gobiernos se reúnen para un  enfoque coordinado, esto neutralizará esa ventaja del gobierno chino.

Puede que Pekín no escuche a los tibetanos que se queman a lo bonzo, pero escuchará la presión internacional.

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