La bondad de Ana Vela es su secreto para vivir 110 años

  • Paco Niebla.

Paco Niebla.

Barcelona, 2 nov.- La bondad y su alegría son el secreto que ha llevado a Ana Vela Rubio a vivir 110 años y convertirse en la persona más longeva de Cataluña, según ha explicado hoy a Efe su hija, que también se llama Ana y que acaba de cumplir 84.

Esta longeva costurera cordobesa, una de las tres personas más mayores de España y que vive desde hace más de 50 años en Cataluña, cumplió 110 años el pasado domingo y hoy ha recibido un emotivo homenaje de la Generalitat, del Ayuntamiento de Barcelona, de la residencia donde vive y de su familia.

Ana Vela nació el 30 de octubre de 1901 en Puente Genil (Córdoba), tuvo cuatro hijos, de los que viven dos, y se trasladó a Cataluña a mediados del siglo pasado, donde empezó a trabajar como cortadora-modista en el sanatorio de tuberculosos de Terrassa (Barcelona).

Con cuatro nietos y diecisiete biznietos, vive desde hace siete años en la Residencia, Centro de Día y Hogar La Verneda de Barcelona, que gestiona la Fundación Salud y Comunidad y cuya titularidad corresponde al Instituto Catalán de Asistencia y Servicios Sociales (ICASS) de la Generalitat.

En el salón de actos de esta residencia, la anciana ha sido agasajada esta mañana con varios ramos de flores, un pastel de cumpleaños, un fular de color naranja y un cuadro con fotografías de su larga vida.

"Ha sido una mujer muy activa, ha trabajado mucho para nosotros y ha sido muy buena, con un carácter alegre, amable, aunque ahora los años no perdonan, ahora es diferente", ha explicado su emocionada hija, mientras acariciaba la mano de su adormilada madre, maquillada hoy para la ocasión y que lucía un collar de perlas a juego con los pendientes.

Aunque padece deterioro cognitivo y va en silla de ruedas, su hijo Juan, de 81 años y que ha trabajado toda su vida en Inglaterra hasta que hace 10 años se jubiló y se instaló en Torremolinos (Málaga), cree que "vivirá muchos más años, porque su cuerpo está bien y es de una constitución y una naturaleza muy fuerte".

"No le he conocido nunca una enfermedad y no ha llevado una alimentación especial, aunque ahora tiene una dieta blanda", explica su hija, que atribuye la longevidad de su madre a su extrema bondad y su perenne alegría, pese a haber vivido tres guerras, las dos mundiales y la civil española, y lo peor, sobreponerse a la muerte de una hija cuando ésta tenía sólo diez años, y a la de su hijo mayor, ocurrida hace seis años.

Sin la ayuda de su marido, la superanciana "procuró siempre lo mejor para nosotros, nos dio la mejor educación, hemos sido felices", ha afirmado su hija.

Hija de Pedro y Carmen, con estudios primarios y católica practicante, Ana Vela ha recibido también un cálido homenaje de todos los trabajadores y sus compañeros de residencia, con los que se ha hecho una fotografía de familia.

Para acabar el homenaje, la coral "La Flama" del barrio de Sant Martí de Provençals de Barcelona le ha dedicado dos canciones, una la de "clavelitos", que es una de sus favoritas.

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