La borrasca se va de la península dejando a su paso tres muertos y miles de personas sin electricidad

  • Madrid.- La profunda borrasca o ciclogénesis explosiva que ha tenido en alerta a casi todo el país en las últimas horas ha abandonado ya la Península, aunque ha dejado tres muertos, numerosos cortes del suministro eléctrico y la cancelación de más de un centenar de vuelos, la mayoría con destino a Canarias.

El viento deja máximos históricos de 228 km/h y ninguna víctima mortal
El viento deja máximos históricos de 228 km/h y ninguna víctima mortal

Madrid.- La profunda borrasca o ciclogénesis explosiva que ha tenido en alerta a casi todo el país en las últimas horas ha abandonado ya la Península, aunque ha dejado tres muertos, numerosos cortes del suministro eléctrico y la cancelación de más de un centenar de vuelos, la mayoría con destino a Canarias.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha confirmado que ya no hay ninguna provincia en alerta y que la borrasca, que ahora está sobre Francia, se ha comportado según "más o menos" según lo previsto.

Rubalcaba ha agradecido la prudencia de los ciudadanos, "que han actuado responsablemente" y han reducido "muchísimo" los riesgos, y la actuación de los servicios públicos "que han estado toda la noche al pie del cañón para garantizar que si pasaba algo se corrigiera lo más rápidamente posible".

"En conjunto, el país ha funcionado bien: las comunidades han estado coordinadas y el Estado también, y creo que nos debemos felicitar de cómo han funcionado los servicios de seguridad", ha resaltado.

Pese a todo, "hay que lamentar la muerte de tres personas", ha recordado Rubalcaba, una mujer en Orense, que murió aplastada por el muro de una finca, y dos personas en Burgos, que perdieron la vida en un accidente de tráfico tras colisionar con un árbol caído.

Además, ocho personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, en un accidente provocado la pasada noche por un cartel-pórtico de la autopista AP-1 que fue derribado por el viento entre las localidades guipuzcoanas de Soraluze y Eibar.

Daños personales aparte, el problema más importante que ha dejado la borrasca ha sido los numerosos cortes en el suministro eléctrico que sólo ayer dejó a más de 65.000 afectados en Castilla y León, 60.000 en el País Vasco y 30.000 en Galicia.

A primera hora de la tarde de hoy, el suministro estaba prácticamente restablecido en casi todo el país, salvo en algunas localidades de Lugo y Ourense (Galicia) que, según Rubalcaba, recuperarán el servicio en las próximas horas.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) también ha levantado ya todas las alertas que activó ayer en toda la red de aeropuertos y que obligaron a cancelar 124 vuelos, la mayor parte con destino y origen en las Islas Canarias.

No obstante, hoy se han cancelado otros catorce vuelos, todos ellos con dirección al aeropuerto Charles de Gaulle (París), donde la borrasca actúa ahora con fuerza.

La fuerza de la borrasca ha dejado también centenares de pinos arrancados en el Parque Nacional del Teide, derribados por la fuerza del viento que en esa cumbre sopló a más de 160 kilómetros por hora.

El récord de viento huracanado se ha registrado en el País Vasco donde ayer se llegaron a alcanzar los 228 kilómetros por hora en Orduña (Vizcaya).

En esa comunidad, el temporal ha dejado vientos de 135 kilómetros por hora en Vitoria, de 123 en Bilbao y de 126 en San Sebastián, según los datos aportados por el consejero de Interior vasco, Rodolfo Ares.

Pero además, la ciclogénesis explosiva ha dejado olas de seis metros de altura en aguas de Galicia y en el Cantábrico, unas cifras que, no obstante, quedan lejos del récord de 14,8 metros que se marcó la última vez que se dio ese fenómeno meteorológico, en enero de 2009.

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