Brazaville, 22 jul.- La delegación de la coalición Séléka, de mayoría musulmana y enfrentada a las milicias cristianas en República Centroafricana (RC), se ausentó hoy de las negociaciones de paz iniciadas ayer en Brazaville tras proponer como solución al conflicto la división del país.
Los representantes de Séléka plantearon la "partición" de República Centroafricana para poner fin a la espiral de violencia que ha terminado con la vida y ha obligado a desplazarse a miles de personas, sobre todo musulmanas, confesión minoritaria en el país.
Oficialmente, Séléka ha solicitado un tiempo de reflexión para analizar el texto de un posible acuerdo de alto el fuego, informaron a Efe observadores presentes en la cumbre.
La delegación se encuentra en conversaciones con representantes de la ONU y la Unión Africana, y las mismas fuentes apuntan la posibilidad de que mañana se firme el cese de las hostilidades.
Según la propuesta lanzada por los exrebeldes, Séléka controlaría una parte del país, mientras que el resto quedaría bajo el mano de las milicias "Anti-Balaka", integradas por animistas y cristianos fundamentalmente, la religión mayoritaria en la República Centroafricana.
En la primera jornada de las conversaciones de paz celebradas en la capital de la República del Congo, el jefe de la delegación y número tres de Séléka, Mohamed Mussa Daphane, aseguró que los musulmanes habían afianzado su feudo en el norte del país.
Por su parte, el portavoz de los "Anti-Balaka", Patrick Edouard Gayessona, afirmó que su delegación estaría dispuesta a firmar un acuerdo para el cese de las hostilidades.
Fuentes próximas a la cumbre explicaron a Efe que los representantes que participan en las negociaciones son "rehenes" de las exigencias de las milicias.
"Están intentando aprovechar la ocasión para establecer un nuevo orden constitucional a su favor. La única posibilidad es imponer una amnistía general antes de firmar el alto el fuego", añadieron las mismas fuentes.
La presidenta del Gobierno de transición centroafricano, Catherine Samba Panza, había llamado a la "responsabilidad" para llevar la paz a su país, asolado por la violencia sectaria.
El objetivo del foro, que reúne a 170 delegados bajo la mediación del presidente del Congo, Denis Sassou Nguesso, es lograr un alto el fuego entre los partidarios de la coalición Séléka y los grupos "Anti-Balaka".
El 24 de marzo de 2013, los partidarios de Séléka tomaron la capital del país, Bangui, y su líder, Michel Djotodia, asumió el poder de forma interina tras la huida del derrocado presidente François Bozizé.
En diciembre, en espera de unas elecciones que nunca llegaron y habiendo sufrido numerosos abusos de la coalición musulmana, las milicias cristianas contraatacaron y la violencia sectaria se extendió rápidamente por todo el país.
El caos y la presión internacional, con una insuficiente presencia de tropas francesas y africanas, derrocaron a Djotodia y erigieron a Catherine Samba-Panza -hasta entonces alcaldesa de la capital- como presidenta, el tercer jefe de Estado en un año.
Desde finales del pasado año, el conflicto ha forzado la huida de más un millón de personas, una gran parte de las cuales ha buscado refugio en los países vecinos, especialmente en Chad y Camerún.
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