La Cruz Roja pide un despliegue rápido de observadores en Siria

  • El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Jakob Kellenberger, pidió hoy un rápido despliegue de la misión de observadores de la ONU en Siria, porque facilitaría la acción humanitaria en las víctimas del conflicto armado.

Ginebra, 8 may.- El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Jakob Kellenberger, pidió hoy un rápido despliegue de la misión de observadores de la ONU en Siria, porque facilitaría la acción humanitaria en las víctimas del conflicto armado.

"De manera general, cuanto más rápido se despliegue la misión de observadores, mejor será para cuestiones humanitarias", dijo en una rueda de prensa en Ginebra.

"Hace nueve meses, planeábamos aportar 2.000 raciones de alimentos por mes en Siria. Para este año nuestra previsión es de 100.000 raciones mensuales", explicó el responsable del CICR para ilustrar el aumento de las necesidades más básicas de la población.

Kellenberger señaló, sin embargo, que el deterioro de la situación humanitaria en Siria no pude atribuirse únicamente a la violencia armada y deslizó en su intervención que también las sanciones (internacionales) han tenido una parte de responsabilidad.

Para financiar este aumento en la ayuda, Kellenberger anunció que su institución está pidiendo contribuciones a los donantes para extender su presupuesto para Siria, que pasará a unos 37 millones de euros, frente a los 20 millones previstos anteriormente.

La amplitud que está tomando la operación de la Cruz Roja Internacional en Siria también responde, explicó su presidente, a que ahora tiene más acceso que hace algunos meses a distintas partes del país, lo que incluye ciertas visitas a prisiones.

Los delegados del CICR visitaron el pasado septiembre un importante centro de detención de Damasco y se aprestan a hacer lo propio la próxima semana en la prisión de Alepo, donde tendrán la posibilidad de entrevistarse en privado con los detenidos que ellos elijan y bajo ciertas condiciones garantizadas por las autoridades.

Kellenberger consideró que esto podría interpretarse como una señal de que su organización podría recibir autorización para visitar otras prisiones ulteriormente.

Para afrontar el aumento de su operación en Siria, el CICR espera también duplicar el número de sus empleados internacionales, que son actualmente veinte, pero que espera lleguen a 40 cuando el Gobierno sirio autorice sus visados.

Además del personal extranjero, el CICR trabajo con personal nacional y en estrecha colaboración con la Media Luna Roja siria, la organización de socorro local.

"Necesitamos más personal y material logístico para asumir la ampliación del presupuesto", declaró.

Kellenberger señaló que hace dos semanas su organización logró poner en marcha un "pausa humanitaria" durante dos días consecutivos en medio de una episodio violento en Duma, con lo que este mecanismo está vigente y puede aplicarse cuando se requiera.

"Es alentador que nuestro diálogo con ambas partes, las autoridades y la oposición esté dando resultados", comentó.

Durante su comparecencia, Kellenberger dijo que en ciertas circunstancias y lugares de Siria, donde la hostilidad fue más grave, era aplicable el derecho humanitario internacional, pero declinó especificar si hay ahora lugares en el país en una situación similar.

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