La España rural adoptará a miles de urbanitas que sueñan con tener pueblo

  • En sólo una semana más de 2.500 "urbanitas" han solicitado ser adoptados por uno de los 50 municipios que participan en la campaña "Huérfanos de pueblo", una iniciativa para "conectar" lugares que buscan "pobladores" con personas que desean tener un sitio tranquilo al que ir a descansar.

Lucía Ruiz Simón

Madrid, 16 jun.- En sólo una semana más de 2.500 "urbanitas" han solicitado ser adoptados por uno de los 50 municipios que participan en la campaña "Huérfanos de pueblo", una iniciativa para "conectar" lugares que buscan "pobladores" con personas que desean tener un sitio tranquilo al que ir a descansar.

La idea surgió al detectar que hay gente a la que les gustaría sentirse acogido en un pueblo y muchos negocios en pequeños pueblos que necesitan recibir más visitas, según explica a Efeagro el portavoz de "Aguarius" para esta campaña, Carlos Chaguaceda.

Para poner en marcha la idea, la compañía quería contar con municipios en todos los rincones del país para que "toda España se viera reflejada" en la iniciativa, una estrategia que ya se ha conseguido porque ya hay un municipio inscrito por provincia, aunque se pretende que cada vez más pueblos se animen a participar.

A través de una plataforma web que ya ha recibido más de 40.000 visitas, los "pueblitos" dispuestos a acoger urbanitas muestran sus encantos y las ofertas que sus establecimientos han hecho para atraer a estos nuevos vecinos.

Descuentos en entradas de museos, restaurantes o hoteles, tapas en las tascas del pueblo, cestas con productos autóctonos e incluso "sobremesa con regalos sorpresa" son algunas de las ofertas a las que pueden optar estos peculiares huérfanos, señala Chaguaceda.

Para conseguir ser adoptado, el "urbanita" tiene que inscribirse en la plataforma y exponer, entre otras cosas, cuáles son los motivos por los que "se le coge cariño".

Por ejemplo, Eva Salguero, de Sevilla, justifica en su petición que "el motivo principal es que soy mamá de dos hijos buenos y encantadores llenos de vida y alegría, pero han tenido la mala suerte de que su mamá no nació en un pueblito encantador; no quiero que crezcan si experimentar el amor que se respira cuando vives en un sitio donde todos son tu familia".

Otra "urbanita", María José Soldevilla, indica en su solicitud que "necesita que la mimen mucho", "oler a campo" y "tener un sitio de referencia donde ir".

Sergio de Lora afirma que le encanta la naturaleza y las "típicas fiestas de pueblo, donde mejor se vive", y Silvia Norma relata que su familia no tiene pueblo y "eso hace que uno sienta como un vacío, como que falta algo para completar nuestras biografías".

Tras un periodo de validación de unos diez días, los huérfanos son adoptados y ya tienen pueblo en el que descansar del estrés de la gran ciudad, un proceso que ya han logrado terminar casi un centenar.

El municipio mallorquín de Escorca, con 300 habitantes, es uno de los que más solicitudes ha tenido, hasta 276 personas.

Su alcalde, Tonio Solivellas, remarca que su pueblo, en plena Tramontana, es conocido como el "Jardín de Mallorca" y cuenta con el afamado Santuario de Lluc, lo que demuestra que esta isla ofrece más que sol y playa.

En la provincia de Madrid, el municipio que participa en la campaña es Zarzalejo, un pueblo en el que todos los establecimientos han colaborado para ofrecer atractivos descuentos a los urbanitas, según señala su alcalde, Rafael Herranz.

La variedad de actividades y el entorno natural son los puntos fuertes que oferta esta localidad, que busca con esta campaña conseguir que "volver atrás y recuperar el veraneo que se hacía antes", en el que las familias de Madrid se quedaban toda la etapa estival en el pueblo.

El municipio de Las Paules, en Huesca, tiene 300 habitantes y ofrece a sus nuevos vecinos una dosis de historia: está documentado que hasta 22 mujeres fueron ajusticiadas acusadas de brujería e incluso tiene "un dialecto" especial, "que no es catalán ni aragonés, según la responsable de la campaña en la localidad, Raquel Alegrete.

El primer pueblo en tener un urbanita adoptado ha sido Espelúy, en Jaén, según señala la alcaldesa accidental, Inmaculada Álvarez.

Para ellos, es "muy especial" participar en esta campaña; están "acostumbrados a recibir gente", especialmente en verano y en la época de fiestas como las Cruces de Mayo o la Semana Santa, por lo que ya están deseando conocer a su "urbanita" adoptado.

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